Por Javier Sánchez Salcedo. Si no fuera sacerdote, sería profesor. Está convencido de que la educación es la respuesta a muchos de los problemas que padece la sociedad chadiana, especialmente las mujeres. Nos acercamos a la historia de este sacerdote que desde el colegio San Francisco Javier de Toukra está provocando un cambio de mentalidad.