Elecciones en Uganda: imágenes de los últimos días

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Por Pablo Moraga

Hoy se celebran elecciones nacionales en Uganda. El presidente Yoweri Museveni, después de 30 años en el poder, nunca había tenido unos rivales tan fuertes. Varias ONG denuncian intimidaciones, abusos contra los derechos humanos y otras irregularidades cometidas durante la campaña electoral por la policía, el ejército y miembros del partido en el poder. Al menos una persona ha muerto durante las protestas del pasado lunes, donde hubo decenas de heridos.

 

 

 

La campaña electoral en Uganda ha terminado. Los ocho candidatos para la presidencia realizaron los últimos mítines en Kampala, la capital del país, durante la tarde del martes. Hoy se celebran las elecciones. De acuerdo con casi todos los analistas políticos, Yoweri Museveni (el presidente de Uganda durante los últimos 30 años) nunca había tenido unos rivales tan fuertes. Pero a pesar de la popularidad de Kizza Besigye (el líder del Forum for Democratic Change) y de Amama Mbabazi (del partido GoFoward), todas las encuestas indican que Museveni volverá a ganar las elecciones.

El martes a las cuatro de la tarde, el presidente Museveni aterrizó en el Independence Park de Kololo, un barrio residencial de Kampala, con su helicóptero personal. Allí realizó la última concentración de su campaña. Museveni vestía una camiseta y un pantalón amarillos (el color de su partido, el National Resistance Movement), y llevaba un sombrero con las alas anchas, con una cinta ajustada alrededor se su barbilla (para recordar a sus votantes su origen humilde: los padres de Museveni eran ganaderos). Centenares de seguidores lo esperaban con camisetas amarillas. Había cuatro pantallas gigantes. Los altavoces estaban repartidos por todo el recinto.

«Definitivamente la victoria será nuestra y los demás candidatos están nerviosos», dijo. Sus seguidores gritaban: «¡No al cambio! ¡No al cambio!».

El lunes, uno de los candidatos para la presidencia más populares, Kizza Besigye, fue detenido en dos ocasiones. Besigye se dirigía al centro de Kampala para realizar varios actos; la policía retuvo su vehículo primero en la comisaría de Kira y más tarde en la comisaría de Wandegeya. «[Su ruta] no era apropiada, ya que habría paralizado todos los negocios y podría haber promovido la tensión y atraer la violencia dentro de la ciudad», explicó Fred Enanga, el portavoz de la Policía de Uganda. A pesar de las sugerencias de la Policía, Besigye intentó continuar con el programa que había previsto. Inmediatamente, centenares de personas se manifestaron para pedir su liberación.

Los disturbios más graves tuvieron lugar en Wandegeya y en los alrededores. Los policías dispararon gases lacrimógenos, cañones de agua y bolas de goma para dispersar a los seguidores de Besigye. En varias ocasiones, los gases cayeron dentro de casas particulares, en tiendas y en una oficina de la Universidad de Makerere, sorprendiendo a las personas que se refugiaban adentro. Los manifestantes lanzaron piedras y otros objetos contra la policía. También construyeron barricadas e hicieron hogueras en las calles. La policía continuó disparando hasta el momento en el que lograron dispersar a todos los manifestantes, incluso cuando éstos habían dejado de lanzar objetos, y golpearon con porras de goma a al menos dos personas que permanecían escondidas. El portavoz de la policía de Kampala, Patrick Onyango, admitió la muerte de una persona durante las protestas. «Todavía desconocemos las causas de su muerte», dijo. De acuerdo con una nota de prensa de la policía, se detuvieron a 22 personas y hubo un total de 19 heridos. Cinco de ellos todavía permanecen ingresados en los hospitales aunque los médicos no temen por sus vidas. Una policía tuvo que ser evacuada después de ser golpeada con una piedra en la cabeza. Human Rights Whatch ha iniciado una investigación para comprobar si hubo, en realidad, más muertos o heridos.

Las organizaciones para la defensa de los derechos humanos han denunciado en varias ocasiones la intimidación del Gobierno de Uganda a los candidatos de la oposición, a los manifestantes y a los periodistas. «Hasta que los ugandeses puedan reunirse con libertad, escuchar opiniones diferentes, y sopesar cómo utilizar sus votos sin temer los gases lacrimógenos, las balas y las porras, la libertad y la imparcialidad de las elecciones de Uganda serán cuestionadas», escribió Maria Brunett, investigadora de Human Right Wacth. Altos cargos del Ejército y varios miembros del National Resistance Movement, así como propio Museveni, han advertido a los ciudadanos que las fuerzas de seguridad actuarán con rotundidad si durante las próximas semanas se ejecutan manifestaciones para protestar contra los resultados electorales. «El Estado matará a tus hijos si ellos vienen a desorganizar y a desestabilizar la paz y la seguridad», dijo el secretario general del National Resistance Movement, Justine Lumumba, el 24 de enero. «La gente puede hablar, eso no me importa. Pero si intentan perturbar la paz… ellos no podrán hacer nada. Conocemos todo lo que están planeando y si no se detienen, nos van a oír», dijo Museveni durante una rueda de prensa en Rwakitura, el 5 de febrero.

 

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