Los jesuitas reivindican el derecho de las personas a ser acogidas

Las diferentes obras sociales jesuitas en España se han unido para lanzar la campaña Hospitalidad, una iniciativa con la que la Compañía de Jesús quiere intensificar su trabajo con migrantes y refugiados, y ofrecer una respuesta integral a una de las mayores crisis desde la Segunda Guerra Mundial.

“Más de 60 millones son personas refugiadas, personas que han tenido que dejar su hogar por un conflicto armado, por violencia generalizada o por un desastre natural. La gran mayoría están permaneciendo en países cercanos al suyo, pero la necesidad de buscar lugares seguros y con esperanza de futuro hace que tengan que cruzar fronteras y lleguen a Europa”, decía Alberto Ares, delegado del Sector Social de los jesuitas en España durante la presentación en la Casa San Ignacio de Madrid.

La campaña Hospitalidad se basa en cuatro líneas de acción: acogida, cooperación internacional, sensibilización e incidencia pública. Del millón de personas migrantes y refugiadas llegadas por mar a Europa en 2015, 3.845 entraron directamente a España por la península y 10.900 personas han entrado por Ceuta y Melilla. “España se ha comprometido a acoger a unas 19.000 personas (llegadas a las costas de Grecia e Italia), de las cuales, lamentablemente, solo han llegado 18. Un número que da mucho que pensar”, recordó Ares.

Miguel González, coordinador del Servicio Jesuita a Migrantes, denunció que el sistema actual de acogida es muy pequeño. “Nos planteamos llegar donde el sistema no llega. Las personas tienen derecho, y esto hay que reivindicarlo, a los programas de acogida, al alojamiento, a la defensa jurídica, al aprendizaje del idioma y al servicio sanitario”.

Miguel González (coordinador del Servicio Jesuita a Migrantes), Cristina Manzanedo (Incidencia Servicio Jesuita a Migrantes) y Daniel Villanueva (director de la Fundación Entreculturas), durante el acto de presentación de la campaña Hospitalidad / Foto: Javier Sánchez Salcedo

Cooperación internacional donde se origina el sufrimiento

El director de la Fundación Entreculturas, Daniel Villanueva, abordó la importancia de la cooperación internacional. “No podemos olvidar a las personas que no han podido escapar de los conflictos que generan estas movilizaciones forzosas. No podemos olvidar a las personas que hoy y ahora están en esa travesía en busca de una vida más segura y más digna. Y no podemos olvidar la atención a las personas de otros países de destino que no son España”. Villanueva destacó varios proyectos educativos y de acompañamiento que Entreculturas y Alboan, junto al Servicio Jesuita de Refugiados, llevan a cabo en el este de la República Democrática de Congo, Sudán del Sur y junto a la valla de Melilla. “Queremos que la campaña Hospitalidad nos sirva para visualizar las causas de esta crisis, de la injusticia y la vulnerabilidad en los países más empobrecidos. Para que podamos entender el origen de este éxodo y la necesidad que tenemos en nuestro país de una política de cooperación que permita ayudar al desarrollo de los países en los que se originan estos flujos”.

Políticas migratorias justas

Desmontar mitos y facilitar la comprensión y la empatía hacia estas víctimas de la violencia, recordar que la mayor parte de los desplazados y refugiados están en los países circundantes al origen de esta crisis y no en Europa, son objetivos de esta nueva campaña. Al igual que hacer una análisis riguroso de cómo está funcionando el sistema de asilo en Europa, cuáles son sus fallos y sus potencialidades, e intentar que la respuesta pública y privada sea la adecuada, como destacó Cristina Manzanedo, responsable de Incidencia del Servicio Jesuita a Migrantes España.

Necesidades de las personas migrantes y refugiadas

Mariana Morales, coordinadora de acogida, leyó el testimonio de una familia africana, que por miedo no ha querido mostrarse en público, y  que padeció el sufrimiento de ser víctima de mafias de tráfico de refugiados. La pareja, padres de un hijo con discapacidad, vio cómo sus derechos eran vulnerados en su tránsito por varios países hasta lograr comenzar su proceso de solicitud de asilo en Madrid.

Para cerrar el acto, Isaam Ouzifi, marroquí asentado desde hace años en Madrid, contó su experiencia ayudando en labores de traducción a personas refugiadas procedentes de Siria, una colaboración que le ha mostrado en toda su crudeza el drama por el que pasan estas personas alejadas de sus lugares de origen.

Isaam Ouzifi y Mariana Morales / Fotografía: Javier Sánchez Salcedo