IRREVERSIBLES. Nicole Ndongala: «La mujer africana es mujer de esperanza»

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Entrevista, fotografías y vídeo por Javier Sánchez Salcedo

 

Nicole Ndongala (española de origen congoleño) coordina el Centro de Promoción de la Mujer de la Asociación Karibu. Huyó de la violencia en su país y se integró en otro que al inmigrante no se lo pone fácil. Con su experiencia ahora ayuda a otras africanas.

 

 

 

 

Nicole Ndongala, promoción de la mujer africana

Nicole Ndongala en la sede de la Asociación Karibu el día de la entrevista / Fotografía: Javier Sánchez Salcedo

¿Qué necesita la mujer que llega a vuestra asociación?

A Karibu llegan diferentes perfiles. Está la mujer que ha escapado de la guerra o de los problemas económicos de su país. Llega con una profunda preocupación y su integración es muy lenta. Pero también nos encontramos con la mujer que llega preparada, con objetivos, que viene a aprender la lengua española y adaptarse rápido para poder trabajar. Y hay otros casos, como las mujeres de Guinea Ecuatorial que ya hablan español.

¿Cómo es tu rutina en Karibu?

Como coordinadora del Centro de Promoción de la Mujer gestiono la formación que ofrecemos de lunes a jueves. Cada día tenemos a más de 80 mujeres en diferentes actividades: clases de alfabetización de español, cocina, cultura española, autoestima, limpieza, servicio integral del hogar, manipulación de alimentos… Mi día a día es coordinar estos cursos y hacer el seguimiento de cada una de las alumnas.

Aunque cada persona es un mundo, ¿cómo es el estado de ánimo de estas mujeres?

La mujer africana es por naturaleza una mujer de esperanza. Aunque se encuentre con dificultades, confía en que mañana las cosas van a salir bien. Pero también es verdad que para muchas, los problemas que han tenido suponen un bloqueo para su integración.

¿Cuál es tu primer mensaje para ellas?

Lo primero es escuchar sus problemas, aunque el primer día que llegan a la asociación no te van a contar su vida. Por eso en Karibu podemos trabajar con una persona durante más de un año. Hay que darle tiempo para que se familiarice conmigo, con los demás profesionales del centro y, a partir de ahí, empezar a preguntarle por los motivos por los que abandonó su país y qué espera de Europa. De ella únicamente esperamos voluntad para integrarse.

Encontrarse con una persona con una experiencia similar, ¿facilita el proceso?

Ayuda muchísimo ver que delante de ti hay una persona como tú, de tu raza. Yo también les cuento que llegué aquí sin conocer a nadie, sin familia, sin hablar español  y hoy soy un referente para muchas mujeres africanas. Les hace pensar: “si ella es como yo, por qué yo no puedo ser como ella”.

¿Hay futuro aquí para las mujeres que llegan desde África?

Creo que sí hay futuro. Aunque el Gobierno no abra mucho las puertas para que tengan un futuro prometedor, ellas mismas se buscan su futuro.

 

Nicole Ndongala, promoción de la mujer africana

Nicole Ndongala en la sede de la Asociación Karibu el día de la entrevista / Fotografía: Javier Sánchez Salcedo

 

¿Qué le dices a un africano o una africana que está planificando un viaje a Europa?

El problema en África es que se piensa que para tener más libertad es mejor venirse a Europa. Hay gente que se va no solo por cuestión económica, sino en busca de paz. Una persona que tiene un buen trabajo hoy, si mañana hay guerra puede perderlo todo. Es difícil decirle a esa persona  “quédate en África” cuando su país no es seguro. Yo misma he sido víctima y tomé la decisión de abandonar República Democrática de Congo en busca de seguridad. Pero cuando su país es estable sí puedes decirle al que piensa que Europa es un continente de oportunidad y éxito que en realidad no es así.

Nicole Ndongala, promoción de la mujer africana

Nicole Ndongala en la sede de la Asociación Karibu el día de la entrevista / Fotografía: Javier Sánchez Salcedo

Después de 18 años en España. ¿Te sientes integrada?

Es complicado que la gente te vea como una más. Si digo eso es mentira. Yo no he perdido mi identidad. Tengo la nacionalidad española pero sigo siendo la Nicole Ndongala congoleña. La gente cree que no hay españoles negros. Aunque tengas la nacionalidad, si eres negra, eres negra. Eso no cambia. No sé si es ignorancia o racismo, si es por cómo son los propios españoles o por lo que se muestra en los medios de comunicación, pero sigue habiendo una barrera que hace que no se trate a los africanos de tú a tú.

¿Qué puede aportar la mujer africana a la sociedad española?

Existe la idea de que los que vienen tienen que aceptar lo que se les da, pero no a la inversa. No tiene que ser así. Vivimos en un mundo intercultural en el que deberías aceptar que una mujer africana comparta contigo su cultura y todo lo que sabe.

¿Cómo te sientes en Karibu?

Estoy feliz. Cuando llega una mujer con una situación difícil, perdida, abatida y acaba riendo, yo también me río. Me siento contenta de estar apoyando a estas mujeres africanas que lo necesitan. Me quedo con todas las caras de la gente que pasa por Karibu. Se crea una familia. Una fraternidad.

Sé que también cantas. ¿De algún modo incorporas la música a tu trabajo?

A veces hablo cantando para expresar ciertas cosas. En África la música habla mucho. Es como un signo de paz. Cuando una persona está triste y tú le animas de otra forma, le tocas la mano, le cantas… eso ayuda mucho.

 

Esta entrevista ha sido publicada previamente en el número de octubre de la revista Mundo Negro (en papel). Si quieres suscribirte pincha aquí.

Página web de la Asociación Karibu.

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