Por Xaquín López
Las apariencias engañan, dice el refrán. Lo señalan la sabiduría y el habla popular, pero también la mozambiqueña isla de Ibo, donde el rostro del paraíso esconde la dureza de la malnutrición. Es una realidad que no pasa desapercibida para aquel preocupado por la vida del prójimo. Así le ocurrió a Elena Raposo y a Luis Álvarez, quienes aterrizaron en la isla hace 10 años, y se han quedado vinculados a ella para siempre.