La polémica por la candidatura del presidente Pierre Nkurunziza en Burundi y su posterior reelección, —que ha incluido protestas en la calle, múltiples enfrentamientos con víctimas mortales y hasta un golpe de Estado fallido—, se ceba ahora con la escalada de tensión con su vecina Ruanda y podría derivar en una crisis en la región de los Grandes Lagos.