Por Pablo Moraga desde Kampala, Uganda
Ha pasado casi un mes desde que se celebraron las elecciones presidenciales en Uganda; la situación de tensión política sigue flagelando el país. Varios partidos de la oposición han rechazado los resultados de las elecciones y han iniciado un proceso judicial para anularlos. Las organizaciones para la defensa de los derechos humanos y los observadores internacionales han denunciado numerosas irregularidades durante el proceso electoral. Y Yoweri Museveni, el presidente desde hace 30 años, continúa desestimando todas las acusaciones. A pesar del descontento de muchos ugandeses, todavía no se han producido protestas importantes; tienen miedo de las posibles represalias del Gobierno.