
Publicado por Enrique Bayo en |
Compartir la entrada "Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2025"
Al concluir su especialización médica en Estrasburgo (Francia), el doctor Cédric Patrick Le Grand Ouanekpone tenía muy claro que iba a regresar a su país, la República Centroafricana (RCA). Rechazó el seductor contrato que le ofrecieron y de nada sirvió que intentaran renegociar al alza su salario. Era el primer nefrólogo en su país y sabía que el Centro Nacional de Hemodiálisis de Bangui, construido en 2020 por el Banco Africano de Desarrollo y entregado al Gobierno para su gestión, llevaba dos años sin funcionar por falta de un especialista. Ouanekpone asumió la dirección médica del centro e inmediatamente comenzaron a salvarse vidas.
Nacido en Bangui el 8 de marzo de 1986, Cédric fue bautizado cuando tenía dos años en Nuestra Señora de Fátima, una parroquia administrada por los Misioneros Combonianos muy importante en la biografía del facultativo. Las primeras revueltas que vivió el país en 1996 obligaron a cerrar las escuelas y Cédric se benefició, junto a otros niños y niñas, de un programa de apoyo escolar organizado por la parroquia. Por recomendación del entonces párroco, el italiano P. Giovanni Cosentino, en el año 2000 entró en el seminario menor de los Carmelitas. Quería ser religioso, pero tres años después salió atraído por la investigación científica.
Al estallar la rebelión de la Seleka en 2012, el joven había concluido sus estudios de Medicina en la Facultad de Ciencias de la Salud de Bangui, aunque a causa de la guerra tuvo que esperar para obtener su título. El ciclo de la violencia continuó varios años, convirtiendo la Parroquia de Fátima en un inmenso campo de refugiados con más de 5 000 personas acogidas. Su responsable, el ugandés P. Moses Otii, se apoyó en Cédric y en otros jóvenes sanitarios de la parroquia para hacer frente, hasta la llegada de las oenegés, a esa emergencia sanitaria (ver MN 711, pp. 44-47). Cédric atendió sin apenas medios a ancianos y niños y ayudó a dar a luz a decenas de mujeres.
En 2014, en plena crisis, la ONG francesa Cercle de Haute Réflexion sur la Jeunesse llegó al país con un cargamento de medicamentos y Cédric se encargó de consultar y establecer el tratamiento para infinidad de personas, incluso de los barrios musulmanes del PK5. Tuvo que hacerlo casi a escondidas para evitar que lo acusaran de ayudar al enemigo en un conflicto que fue calificado de forma injusta como interreligioso. Cuando la ONG quiso pagar sus servicios según los estándares europeos, el doctor Ouanekpone se negó aduciendo que era su humilde contribución a sus hermanos y hermanas.
Cinco años después, la ONG presentó la candidatura de aquel joven médico al Premio Mundial de Humanismo. En la localidad macedonia de Ohrid recibió este reconocimiento de manos del ex primer ministro italiano Romano Prodi, galardonado también en aquella ocasión.

Cédric Ouanekpone eligió la especialidad de Nefrología, una de las más exigentes, para salvar vidas en su país, donde tantas personas afectadas de insuficiencia renal morían de forma irremisible por falta de cuidados médicos especializados. Después de formarse en su país, continuó sus estudios en Senegal (tres años) y en Francia (uno más), para lo que recibió apoyo, entre otros, de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima.
En la actualidad, su servicio en el Centro Nacional de Hemodiálisis de Bangui le permite recibir un sueldo de forma regular, pero guiado por su fe cristiana, Cédric nunca ha cejado en su compromiso social. La falta de servicios sanitarios de calidad le llevó a abanderar el proyecto del complejo médico Mama Ti Fatima, amparado por la Asociación Nuestra Señora de Fátima para el Desarrollo (ANDFD, por sus siglas en francés), creada el 11 de julio de 2020.
El carácter afable y comunicativo del galeno, pero sobre todo su gran capacidad de liderazgo y de trabajo en equipo, ha conseguido entusiasmar a otros jóvenes médicos y sanitarios que comparten su visión, lo que ha permitido que el complejo médico crezca enfrente de la parroquia. En 2020 se abrió la farmacia y en 2023 el centro de análisis médicos. En diciembre, el apoyo de la organización austriaca Missio-Viena permitió terminar el edificio del ambulatorio de urgencias y pronto comenzarán los trabajos de la maternidad con la financiación de la organización estadounidense The Papal Foundation. Además, la colaboración entre la ANDFD y la Diócesis de Mbaiki ha permitido la organización de nueve clínicas móviles para acercar los cuidados médicos a las personas más desfavorecidas.
El sanitario centroafricano compagina sus múltiples actividades con la docencia en la Facultad de Ciencias de la Salud de Bangui, el único centro universitario médico de todo el país. También dirige las tesis doctorales de jóvenes médicos, convencido del papel fundamental de la formación. «Cuantos más profesionales sanitarios tengamos, mejor será nuestro futuro, porque la situación de la RCA es terrible. Tenemos uno de los porcentajes de médicos por habitante más bajos del mundo (0,21 por 10 000 habitantes) y ningún médico especialista en el interior del país. Los pocos que somos estamos en Bangui», señala con tristeza, pero sin un pesimismo paralizante. A aquellos médicos que «por elección libre» trabajan fuera de la RCA les lanza un mensaje: «Nunca es tarde para regresar, porque vuestra presencia aquí es indispensable y podéis ayudar a más personas que si os quedáis fuera».
Compartir la entrada "Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2025"