Por Enrique Bayo.
La situación de calle en la que malviven miles de niños, niñas y jóvenes en ciudades como Yaundé o Duala refleja una de las caras más tristes de la sociedad camerunesa. Con todo, el fenómeno suscita la respuesta cercana de hombres y mujeres de Iglesia, concretada en iniciativas que llevan esperanza a esta infancia y juventud sufrientes.