Por Javier Fariñas Martín. Nacida en el corazón de Europa en el primer tercio del siglo XX, la arquitectura moderna arraigó en África y se adaptó a sus condiciones sociales y climatológicas. En el caso de las colonias portuguesas, su expansión tuvo mucho que ver con el régimen político de la metrópoli, el Estado Novo, que cayó hace medio siglo.