12 de julio: Día Internacional de la Lucha contra las Tormentas de Arena y Polvo

La imagen tiene ya un tiempo. Fue tomada el 1 de junio de 2017 en Jartum, la capital sudanesa. Entonces, hace siete años ya, la ciudad se disponía a recibir una tormenta de arena y polvo. Más allá de su espectacularidad, y a pesar de que no suelen generar daños graves ni catastróficos, estos fenómenos tienen un gran impacto en la vida cotidiana de los pueblos, especialmente en la de aquellos enclavados en el entorno de los grandes desiertos. El medio ambiente, la salud, la producción agrícola y, por consiguiente, los medios de subsistencia de millones de personas se ven condicionados por estas tormentas. A la vez que se trabaja en la mejora de sistemas de alerta temprana que permitan pronosticar su llegada con mayor precisión, en su profusión hay que subrayar el papel del hombre: el cambio climático, la gestión insostenible de la tierra y el uso abusivo del agua favorecen la aparición de estas tormentas, mucho más frecuentes en la actualidad que en el pasado.

Fotografía: Abdullah Uluyurt/Getty