Publicado por Sebastián Ruiz-Cabrera en |
Compartir la entrada "Cine: «On becoming a Guinea Fowl» y «El negro durmiente»"
La sección «Una cierta mirada», del Festival de Cannes, continúa con su firme compromiso de redimirse del pasado histórico que atesora Francia. Si el año pasado Baloji, el director congoleño de origen belga, presentaba su crítica anticolonial Omen (2023), hace unos meses la realizadora zambiana Rungano Nyoni impactaba a la audiencia con su segundo largometraje, sobre el abuso, el trauma, los secretos enterrados y las mentiras que nos decimos a nosotros mismos. Su nuevo trabajo On becoming a Guinea Fowl (2024), continúa con la estrategia que sobrevolaba su cinta No soy una bruja (2017), es decir, trabajar con una inesperada mezcla de comedia y denuncia. Si en el debut que la catapultó internacionalmente puso el foco en las supersticiones sobre la brujería que todavía existen en torno a las mujeres en su país, esta vez la historia se centra en los rituales funerarios de una sociedad tremendamente patriarcal.
La protagonista, Shula (Susan Cardy), se verá obligada a organizar el entierro de su tío –una práctica cultural que dura varios días– entre evasiones, burlas y situaciones desafiantes que, por un lado, tensarán los hilos familiares y, por otro, amenazarán la propia estructura social. Los planos poéticos del director de fotografía, David Gallego –que vuelve a repetir con la zambiana–, se hacen presentes desde el arranque de la película. Firmar con Gallego es maximizar la belleza. Si la intención de la realizadora es representar a la ola de cineastas de la diáspora africana, el éxito está asegurado.
Después de un verano en el que las redes sociales han vuelto a permitir la expansión de un clima de odio hacia los migrantes y las personas racializadas en diferentes ciudades del Reino Unido, recuperamos esta película con aires de monólogo enfurecido que el norteamericano Skinner Myers produjo hace algunos años. La intención con El negro durmiente no es otra que la de subrayar la importancia de escuchar al otro y dejar al margen cualquier privilegio. La trama versa sobre un joven negro de unos 35 años que lucha contra su propia negritud después de que un jefe blanco le ordene cometer un fraude. Aparecen un votante de Trump, pinceladas de la discriminación de los afrodescendientes en Occidente, la falsa promesa de que la universidad te abre puertas si eres racializado o la injusticia de no poder alquilar un piso con tu novia porque tu pelo no es rubio. Un trabajo de actualidad contra el racismo y la ceguera social.
Compartir la entrada "Cine: «On becoming a Guinea Fowl» y «El negro durmiente»"