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A punto de cerrar este número de MUNDO NEGRO del mes misionero de octubre, recibimos un inesperado regalo. La figura de san Daniel Comboni, «apóstol lleno de celo por África» y «persona enamorada de Dios y de los hermanos que servía en misión» fue el centro de la catequesis del papa Francisco en la audiencia general del 20 de septiembre.
San Daniel Comboni, cuya fiesta celebramos el día 10 de este mes, no es posesión exclusiva de la Familia Comboniana sino que, como muestra la catequesis del Papa, es un santo universal que sigue inspirando hoy la Misión de la Iglesia. Comboni la entendió como un proceso liberador de toda forma de esclavitud, tanto social como espiritual. Su empeño por el desarrollo humano y la promoción de las personas fue encomiable, pero, como justamente señala Francisco, Comboni sabía que «la esclavitud social tiene sus raíces en una esclavitud más profunda, la del corazón, la del pecado, de la cual el Señor nos libera», y por eso «¡acudía al amor de Cristo y llevaba al amor por Cristo!».
El Papa destaca de Comboni su fuerte sentimiento eclesial, que «no le llevó nunca a actuar como solista, sino siempre en comunión, en la Iglesia», y también su «intuición poderosa» de «salvar África con África», que le inspiró para dar protagonismo a las personas evangelizadas, consciente de que «no eran solo “objetos” sino “sujetos de la Misión”». Con todo, lo más importante del legado misionero de Comboni es la centralidad que siempre tuvo Cristo en su vida, signo distintivo de la Misión auténtica. En el mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones que abre el dosier de 21 páginas que, con motivo del DOMUND, ofrecemos a nuestros lectores, el Papa insiste en la misma idea: la Misión nace del encuentro con Cristo y los pies del misionero únicamente se ponen en camino cuando su corazón es abrasado, iluminado y transformado por Él.
La convulsa actualidad política africana nos acerca a Gabón tras el golpe de Estado del pasado 30 de agosto; a Zimbabue, después de la esperada pero discutida victoria de Mnangagwa en las elecciones presidenciales; y también a Níger, dos meses después del golpe de Estado del general Tchiani. Cada país tiene su contexto específico, y es importante conocerlo para no caer en generalizaciones injustas. Así, mientras en Gabón existía un real hartazgo de la familia Bongo tras 56 años en el poder, en Níger no parece que el presidente Bazoum mereciera la suerte de los derrocados. El lector juzgará.
Como no podía ser de otra manera, nos hacemos eco en este número del terremoto en Marruecos y de las inundaciones de Libia que han golpeado a estos dos países en septiembre. Miles de personas han perdido a sus seres queridos y han visto convertidos en ruinas los lugares donde vivían. Los Misioneros Combonianos y la revista MUNDO NEGRO nos unimos a todas las voces que han expresado su solidaridad con las víctimas de esta doble tragedia.
Por último, hacemos pública la concesión del Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2023 a Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de la diócesis nigeriana de Sokoto y fundador del Kukah Centre. Nuestros lectores tendrán información detallada sobre el galardonado en próximos números de la revista.
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