Publicado por Javier Fariñas Martín en |
En octubre de 2020, Eliana Silva aprovechó una página del dosier «Voices of African Women», publicado por New African, para hablar de “La inspiradora historia de Bina”. Al final de su colaboración, y a modo de corolario digital, Silva dejó cuatro etiquetas que sirven para definir a esta comunicadora: #storytelling, #narrativas, #representación y #pertenencia.
La herencia cultural y racial de Silva –hija de padre luso y madre angoleña– la llevó a conocer y beber de los valores y riquezas de la metrópoli y de la antigua colonia. Y de ese conocimiento, en un salto con red, surgió en 2014 su deseo de vivir y trabajar en Maputo, la capital de Mozambique, otro espejo colonial donde mirarse. Pero, por su amplitud de miras, abarca también a la otra gran referencia del habla portuguesa en el mundo: Brasil. Fruto de esa filia por aquel país ha dicho: «Tengo cuerpo bahiano, cerebro paulista y alma -carioca».
Si damos por buena la definición de storytelling como el arte o la capacidad que tiene una persona para contar historias, entendemos que este concepto se amolda a la vida personal y profesional de Eliana Silva. Así lo atestigua, por ejemplo, su último proyecto editorial, Marcas por Escribir, presentado el pasado mes de febrero, a través del que desea posicionar en el mercado a empresas del mundo lusófono. La iniciativa pretende convertirse en un espacio donde confluyan historias procedentes de Mozambique, Angola y Cabo Verde, pero que también tengan reflejo en Santo Tomé y Príncipe o Guinea-Bissau.
Esta experta en narrativas se ha enfrentado al mundo de la comunicación institucional, el marketing o la publicidad, un itinerario que le ha llevado a la agencia publicitaria Create, o a Índico, la revista oficial de las Linhas Aéreas de Moçambique.
Sin embargo, es en la literatura donde se encuentran las principales referencias de Silva. En plena pandemia, la autora decidió presentar Bina, la descubridora del Índico, su primera incursión en el mundo de la narrativa infantil y juvenil. A través de este trabajo se acerca al mundo del albinismo, con un impacto significativo en sociedades como la mozambiqueña –se estima que 30.000 personas en el país sufren esta alteración genética–, y la angoleña. Bina es el resultado de casi diez años de trabajo, de observación y de conversaciones con amigos y conocidos. Sobre el libro, Eliana Silva ha dicho que «es un libro de mucha empatía, de muchos viajes, de mucho coraje y de mucho color. Quería compartir el mensaje de que todas las niñas y todos los niños pueden ir a cualquier parte», como la protagonista de esta historia.
Nacida en Ilha de Mozambique, la isla de origen coralino donde los portugueses establecieron la primera capital de la colonia, Bina recorre en bicicleta Brasil, Francia, Japón y Angola. En este país del suroeste africano conoce a Milu. Albina como ella, Milu ayuda a la protagonista de esta historia a descubrir y valorar la singularidad de cada persona con independencia del color de su piel, su identidad o sus rasgos. «Andar en bicicleta será lo más divertido» de esta historia ideada por Eliana Silva, de la que Eugenio Scalfari, el histórico periodista italiano cofundador de La Repubblica, diría que es «gente que le cuenta a la gente lo que le pasa a la gente».
Ilustración: Tina Ramos Ekongo