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La Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND) se celebra este año el próximo 20 de octubre y, como es habitual, MUNDO NEGRO ofrece a sus lectores un dosier de 23 páginas centrado en la Misión ad gentes. En su mensaje para esta fiesta misionera (pp. 34-37), el papa Francisco nos recuerda, una vez más, que el compromiso prioritario de la Iglesia es relanzar continua e incansablemente «el anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo».
Todos los bautizados somos misioneros y estamos invitados a ejercer como tales allí donde la vida nos ha colocado. No obstante, nunca deberían faltarle a la Iglesia misioneros ad gentes, sacerdotes, religiosos y laicos enviados a otros países y culturas para ser testigos del Evangelio. Uno de los signos más evidentes de la madurez y vitalidad de una Iglesia es su capacidad para hacerlo.
Hace tres décadas, los misioneros ad gentes españoles eran más de 30.000. Hoy, según las cifras que manejan las OMP, apenas 6.042 siguen activos fuera de nuestras fronteras. Por falta de relevo generacional, su edad aumenta, sus fuerzas disminuyen y muchos regresan para quedarse definitivamente aquí. No es casualidad que los tres perfiles misioneros que presentamos se correspondan con personas de edad avanzada. Saturnino (pp. 48-49), después de fructíferos años en Benín, «no sabe si volverá a África»; Pilar (pp. 50-51), tras unas merecidas vacaciones en España, acaba de regresar a Chad –«su primer amor misionero»– con 80 años y la ilusión renovada; mientras Prudencio (pp. 52-53), que supera el medio siglo de presencia en Guatemala, sigue sumando años de entrega misionera. ¿Quién sustituirá a estos y a tantos otros el día que ya no estén allí?
Nos preocupa el acelerado disminuir de las fuerzas misioneras en la Iglesia española, síntoma de la debilidad de nuestra fe. Tal vez, como señala el Papa en su mensaje, estamos demasiado distraídos en un mundo que propone «los distintos “banquetes” del consumismo, del bienestar egoísta, de la acumulación, del individualismo» y vivimos anestesiados y olvidadizos de lo esencial: nuestra identidad de hijos e hijas de Dios amados incondicionalmente por Él.
Además de celebrarse la colecta universal solidaria por las misiones en la que los españoles participan generosamente, el día del DOMUND es sobre todo una fiesta para relanzar el dinamismo misionero en nuestras comunidades cristianas, en nuestras familias y en cada uno de nosotros. Estamos invitados a permanecer discípulos, atentos a la Palabra de Dios, asiduos a la oración y a renovar continuamente nuestra fe en Cristo. Solo así crearemos las condiciones necesarias para que la llamada de Dios se escuche y surjan de entre nosotros hombres y mujeres llenos de celo misionero, deseosos de salir por el mundo «sin cansarse o desanimarse antes las dificultades y los obstáculos, para cumplir fielmente la misión recibida del Señor». Como misioneros, estamos convencidos de que lo que más necesitan los hombres y las mujeres de todos los tiempos es escuchar el mensaje liberador del Evangelio.
No queremos cerrar estas líneas sin recordar a Teodoro Diego Tapia, fallecido el 14 de septiembre. Diego Tapia, como firmaba sus trabajos, fue el diseñador gráfico de MUNDO NEGRO durante 38 años, hasta su jubilación en 2016, y contribuyó enormemente al desarrollo de la revista. Descanse en paz.
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