Una deuda que saldar

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La Fiscalía congoleña investiga a China por incumplir un acuerdo de infraestructuras a cambio de minerales



Las empresas chinas de ferrocarriles China Railway Group Limited y de ingeniería -Sinohydro obtuvieron en 2008 una participación del 68 % de la empresa congoleña Sicomines a través de la que extrae, junto a la minera estatal congoleña Gecamines, cobre y cobalto –en torno al 60 % de las existencias  mundiales de este mineral están en las minas de RDC–. A cambio de esta participación, las corporaciones chinas debían construir carreteras y hospitales en el país.

Según un informe de Bloomberg, China habría desembolsado 870 millones de dólares en la financiación de infraestructuras durante 14 años, en lugar de los 20.000 millones de dólares que, según el valor de los minerales extraídos, debería haber invertido. Ante esta realidad, la Fiscalía General congoleña decidió a mediados de marzo abrir una investigación  basándose en la denuncia de la Auditoría Financiera de RDC, que exige a China el pago de 16.000 millones de euros.

«La seguridad de los bienes privados, nacionales o extranjeros, están garantizados en RDC y los compromisos adquiridos con respecto a los inversores no pueden ser burlados», han señalado desde Sicomines. La respuesta de China se ha basado en recordar que empresas como Sinohydro desempeñan un papel importante en el desarrollo del país, donde han creado más de 11.000 puestos de trabajo e invertido casi 10.000 millones de euros en varios negocios.

Ante esta situación, el Estado congoleño quiere que en la renegociación de un futuro acuerdo se tenga en cuenta que hay una deuda pendiente de 16.000 millones de euros. Por el momento, al plantarse, RDC ha logrado forzar una nueva colaboración, tal y como se deduce de la declaración de Deng Li, viceministro de Asuntos Exteriores chino a mediados de marzo en Kinshasa: «Esta vez, he venido a RDC para promover el desarrollo de nuestra relación bilateral. A partir de ahora nos gustaría hablar con la parte congoleña para planificar juntos el desarrollo de nuestras relaciones, empezando por la promoción de los intercambios a todos los niveles entre ambos países». Conocedor de la complicada situación que se vive en el este de RDC, añadió que a esa nueva relación económica se sumará la cooperación en el campo de la seguridad y el intercambio de informaciones «para prevenir, proteger y estrechar los mecanismos de acción contra presuntos criminales».

Por su parte, Christophe Lutundula, vice primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de RDC, pidió a China –como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU– que actúe para que se sancione a Ruanda y al grupo terrorista M23 por las agresiones que está sufriendo la población civil en el este del país. Esta petición coincide con el anuncio de Angola –que se une a Kenia y Burundi– de enviar un contingente para que se cumpla el alto el fuego del 7 de marzo, algo utópico en el entorno de Goma, donde en marzo tenían lugar intensos combates.

En la imagen superior, un grupo de hombres trabaja en una mina artesanal de casiterita en Kalimbi, al norte de Bukavu (RDC). Fotografía: Florent Vergnes/Getty



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