Violencia en Darfur (otra vez)

en |

Más de 130 muertos y miles de desplazados por una disputa con tintes étnicos

La chispa que desencadenó el incendio fue la discusión por la propiedad de unas tierras entre un hombre de la tribu rizeigat, de origen árabe, y otro de la tribu gimir en el distrito de Kulbus, en Darfur Oeste (Sudán). A partir de ahí, la disputa escaló dando origen a un enfrentamiento que acabaría dejando al menos 130 muertos, más de 100 heridos, decenas de desaparecidos y hasta 50.000 desplazados. 

La mayoría de los testimonios afirman que la violencia vista entre el 6 y el 11 de junio, más que una contienda equilibrada, fue el resultado del ataque de milicias árabes a dos decenas de poblados locales, lo que aparentemente corrobora el hecho de que la mayoría de las víctimas mortales, más de 100, fueran personas de origen no árabe.

El patrón no es nuevo y en abril de este mismo año se habían producido hechos similares con 200 víctimas mortales y más de 100.000 desplazados; pero el origen de este tipo de enfrentamientos se remonta en el tiempo. En 2003, grupos de orígenes étnicos no árabes se rebelaron en Darfur por sentirse discriminados por el Gobierno de Al Bashir, al que acusaban de armar a milicias nómadas árabes de distintas procedencias, conocidas como los yanyauid. Estos grupos atacaban sistemáticamente a habitantes de Darfur y los echaban de sus tierras. La revuelta devino en un conflicto militar por el que Al Bashir fue acusado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad en esta región. 

Jartum siempre negó utilizar a los yanyauid, responsables de innumerables atrocidades, pero muchos de ellos se integraron después en grupos paramilitares dirigidos, de facto, por el general Mohamed Hamdan Daglo, conocido como Hameidti, actual vicepresidente sudanés. Curiosamente, es el propio Hameidti quien ha representado ahora al Gobierno del país en Darfur Oeste para pedir a las partes que solucionen sus conflictos y asegurar la neutralidad del Gobierno. El de Sudán es un Gobierno dividido. En los últimos años, las fuerzas armadas oficiales se han reforzado y tienen más capacidad operativa que los de Hameidti. Les une, sin embargo, un interés común: la impunidad. Los altos cargos militares temen que se produzca la prometida transición al poder civil sin atar antes acuerdos que garanticen una salida honrosa, según fuentes de MUNDO NEGRO.

No todo son rencillas tribales en Darfur. Entre las causas de la violencia hay intereses económicos, complicidad, activa o pasiva, del Gobierno y una proliferación exagerada de armas en la zona. Aunque los problemas vienen de lejos –al menos desde hace medio siglo se han producido enfrentamientos en la zona–, la «ideología supremacista árabe promovida por Gaddafi y secundada por el Gobierno de Jartum» habrían elevado la tensión desde los años 80 del pasado siglo, escribe Chema Caballero.  https://mundonegro.es/darfur-continua-desangrandose/Tras un acuerdo de paz en 2019 y la salida de la fuerza de pacificación de la ONU, la UNAMID, alguno pensaría que en el delicado camino hacia la paz se abría un sendero, pero desde el golpe de Estado militar de Abdel Fattah al-Burhan, a finales de 2021, la situación se ha deteriorado. «El ciclo de violencia en Darfur es inaceptable y hay que destacar sus causas», dijo Volker Perthes, representante especial de Naciones Unidas.

Imagen de portada: Desplazados sudaneses protestan por el final de la misión de paz de Naciones Unidas (UNAMID) en diciembre de 2020 (Getty).

Colabora con Mundo Negro

Estamos comprometidos con la información sobre África

Si te gusta lo que hacemos, suscríbete a nuestra revista o colabora con nuestro proyecto