Conflictos y dudas

EDITORIAL DEL NÚMERO DE ABRIL

En junio de 1994, el editorial de MUNDO NEGRO se hacía eco de «la alegría de una nueva era democrática en Sudáfrica». Veíamos el final del apartheid y la llegada al poder del Congreso Nacional Africano (CNA) de Nelson Mandela, primer presidente negro del país, como «muestra evidente de que hasta los muros más imponentes pueden derribarse». 30 años después, el CNA ha lapidado su crédito y hay dudas sobre si podrá conservar la mayoría absoluta tras las elecciones generales del mes de mayo.

La corrupción ha salpicado a numerosos cuadros dirigentes del partido y, aunque no todo pueda calificarse como negativo, la gestión del CNA ha sido incapaz de revertir los enormes desequilibrios que heredó, de manera que el país vive hoy un «apartheid económico» escandaloso. Según un informe del Banco Mundial publicado en 2022, Sudáfrica es el país más desigual del mundo, con más del 80 % de su riqueza en manos del 10 % de la población, mientras que la pobreza extrema se sitúa en el 20 %, muy por encima de países con similares niveles de ingresos. Es la triste constatación para esta joven democracia que tantas expectativas había despertado en África y en el mundo.

También han pasado 30 años desde que en abril de 1994 se iniciara el genocidio de Ruanda y se sucedieran aquellos terribles meses de violencia. Años antes habían llegado al país de las mil colinas los misioneros de La Salle que, como contamos en uno de nuestros reportajes, contribuirían enormemente al desarrollo agrícola del país, sobre todo gracias al buen hacer del Hno. Jules Wieme.

Los misioneros de La Salle siguen hoy gestionando proyectos educativos en Ruanda, un país que sabe vender una buena imagen y es modelo para algunos, pero que presenta serias dudas. Detrás de esa apariencia democrática se esconde una dictadura en la que criticar abiertamente al actual Ejecutivo de Paul Kagamé, hombre fuerte del país desde el año 2000, no se tolera. Es cierto que las calles de Kigali, la capital del país, impresionan por su limpieza y orden, pero también está demostrado que la influencia ruandesa contribuye enormemente a que el desorden y la violencia se hayan instalado estos últimos 30 años en el este de República Democrática de Congo. Ruanda explota impunemente las riquezas del país vecino, y todo indica que también apoya al grupo rebelde M23, lo que ha desencadenado la aparición de la milicia local wazalendo, última locura en esta martirizada región del mundo.

Tampoco van mejor las cosas en Sudán, país enfrascado en un conflicto que este mes de abril cumple su primer aniversario. A pesar de haber superado los ocho millones de desplazados y contar con casi 18 millones de personas en grave riesgo de inseguridad alimentada, las dos partes en conflicto siguen buscando apoyos externos, convencidas de que pueden ganar una guerra que, en realidad, ya ha perdido la población sudanesa.

Finalmente, invitamos a nuestros lectores a conocer la noma, una enfermedad tropical infecciosa con una alta mortalidad cuando no se combate con rapidez. Nos lo cuenta Carla Fibla García-Sala, redactora de MUNDO NEGRO hasta mediados de marzo y que ahora afronta un nuevo desafío profesional en el Kurdistán iraquí. Durante cinco años hemos disfrutado de su buen hacer periodístico y queremos agradecérselo en estas líneas.


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