Publicado por María Rodríguez en |
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En un primer momento, nuestra pasión por África, la cultura y el cine, y la intención de impulsar un conocimiento más pertinente del continente a través de una herramienta tan valiosa como es el cine y el audiovisual hecho desde África o a través de sus distintas diásporas. Sentíamos que había una necesidad imperiosa de fomentar el conocimiento del cine africano, porque creemos que abre una gran ventana a todo lo que sucede en el continente de una forma más realista y directa. Más atrayente y contemporánea.
Los diferentes colectivos que decidimos arrancar este proyecto nacen o se desarrollan desde Barcelona. Hace años existía una Muestra de Cines Africanos organizada por Ull Anónim. Era un certamen muy interesante que fomentaba el encuentro de personas interesadas en África y el cine. Pero, por diferentes motivos, se dejó de hacer. Desde entonces la ciudad se había quedado huérfana de alguna forma y sabíamos que no solo había un público ávido de cine africano sino que, además, existía una necesidad. Barcelona tiene una gran población nigeriana, marroquí o senegalesa que no suelen ver su cultura representada más allá de la distorsionada imagen sempiterna de los manteros… Así que solo hacía falta que alguien retomara el tema, trabajara duro, con responsabilidad y pasión y lo llevara a un estadio un poco más grande.
El festival lo organiza la asociación CinemÀfriques, un colectivo formado por personas del Centre d’Estudis Africans i Interculturals, Wiriko y Africaye. Somos un grupo interdisciplinar formado por investigadores africanistas, periodistas, personas especializadas en temas culturales y cine y trabajadores sociales con amplia experiencia en migraciones africanas. Muchos de nosotros hemos vivido y viajado ampliamente por el continente africano. Lo hemos olido, palpado y sentido, y nos hemos nutrido de lo que pasa en él. Lo que nos une es la pasión y la convicción de que hay otras formas de mirar al continente. Otras maneras de contarlo y explicarlo. Y sobre todo, otros modos de difundir lo que sucede en él para fomentar una relación más humilde y respetuosa con África.
¡Por supuesto que sí! Se ha occidentalizado medio mundo a través de Hollywood. Bollywood ha conseguido hacer llegar las realidades sociales y culturales de India a través de la gran pantalla. ¿Por qué no podría hacer lo mismo el cine que se hace en el continente africano? Creemos que es una cuestión de tiempo y de que cedamos más espacio a estos cines para que esa transformación se acabe dando. Obviamente hay una gran diferencia entre el cine que retrata a África (véase Capitán Phillips, Diamantes de Sangre, Hotel Ruanda o El Jardinero Fiel) y el que hacen los propios africanos y africanas desde los años sesenta hasta nuestros días. Hollywood retrata África desde esos estereotipos de corrupción, guerras, epidemias…. Pero los cineastas africanos tienen otras narrativas. Otras lentes. Vale la pena dar una oportunidad a su forma de contar historias y de captar su día a día. Por eso el FICAB reivindica el afrocentrismo y da prioridad a los trabajos realizados desde el continente o bien desde sus propias diásporas. ¡Esperamos contribuir a ello!
Efectivamente. Centrarnos en el trabajo de Cédric nos parecía muy interesante por dos motivos. Porque representa a la diáspora africana en Europa, una generación de europeos hijos de migrantes africanos que encarna tanto la realidad de un continente como la del otro. Y por otro lado, porque es una muestra de que los africanos y africanas no solo pueden hablar en sus películas sobre ciertos temas, sino que pueden hacer ciencia ficción o películas de artes marciales, como ha hecho Cédric Ido. Además, Ido es un artista polifacético y no solo dirige sino que también es actor, con lo que ¡tenemos a un invitado de lujo!
El cine es cultura. Y la cultura no tiene fronteras. Las películas que se proyectarán en La Filmoteca abren varios melones que queríamos exprimir al máximo, y con las sesiones de La Filmoteca veíamos que nos quedábamos cortos. ¡Necesitábamos más! Siendo un ciclo sobre ‘Diáspora e Identidad’ había que remover en la historia de esa diáspora africana en Europa, para ello hemos querido hacer una mesa redonda en torno a la presentación del libro África en la Primera Guerra Mundial. Pero también dar voz a los colectivos africanos y afrodescendientes para que debatan sobre el tema, por eso decidimos proyectar Dear White People en Pati Llimona e invitar a jóvenes afrodescendientes a que debatan sobre el racismo que viven, sobre la idea del “afropeismo”, la mirada de los blancos hacia los negros en Cataluña…
Tratándose de un ciclo muy centrado en Cédric Ido, que es de Burkina Faso, tampoco queríamos perder la oportunidad de profundizar con expertos y representantes burkineses sobre los cambios políticos y sociales que ha vivido este país desde la revolución vivida en 2014… En definitiva, la intención es, prioritariamente, dar espacio a los propios africanos y africanas, y a personas versadas en el continente, para que contribuyan y aporten todo su conocimiento tras el visionado de las películas. Es decir, convertir el FICAB no solo en un festival de cine, sino en un espacio permanente de encuentro y cooperación cultural entre norte y sur.
Como te comentaba, ese es uno de nuestros pilares fundamentales: dar visibilidad a los diferentes colectivos africanos de la ciudad y de Cataluña para romper estereotipos y fomentar un mejor conocimiento de sus realidades e impulsar una mayor integración. La híbrida realidad social de nuestra sociedad bien merece y precisa enfatizar su riqueza y celebrar su capital cultural. Y en este sentido, creemos que los africanos y africanas que componen nuestra sociedad tiene muchas y muy fructíferas aportaciones que hacer. Por ello, el FICAB nace con la intención de emplazar a colectivos afrodescendientes a formar parte de él.
Hemos nacido con mucho entusiasmo y con optimismo de ver que tanto las entidades públicas como privadas con las que nos hemos reunido muestran un gran interés por nuestra propuesta. Creemos que hará falta un gran esfuerzo por nuestra parte, porque los cines africanos aún caen en el cajón de “lo exótico” y es muy difícil encontrar apoyos económicos suficientes que hagan posible un Festival en mayúsculas como el que queremos organizar para 2019. Pero creemos sinceramente que, más pronto que tarde, el FICAB va a consolidarse como una cita imprescindible a nivel internacional. Y que Barcelona se situará al nivel de Tarifa-Tánger, con el más que afianzado FCAT; Londres, con el Film Africa; Uagadugú, con el FESPACO; Durban, con el DIFF; o Cartago, con el Cartahgue Film Festival. Para ello, ya hemos empezado a trabajar para establecer alianzas con estos festivales y también con entidades europeas y africanas que trabajan en estas líneas. Creemos que la clave de nuestro éxito vendrá de nuestra capacidad de tejer redes y construir puentes sólidos de cooperación cultural permanente entre el norte y el sur. Y entendemos que eso será posible siempre que se trabaje desde el amor por África. Y eso, desde luego, no nos falta.
Para más información puedes visitar la web del FICAB haciendo clic en este enlace.
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