Publicado por Gonzalo Vitón en |
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Sahel es una mezcla de canciones acústicas y eléctricas. En muchas de ellas llevo años trabajando. Fue emocionante poder grabar finalmente esas canciones y elaborar los arreglos con mi banda. El álbum fue grabado en Casablanca y producido por David Wrench.
Incluiría «Ayo Nigla».
Lo veo como una evolución. Estoy siempre absorbiendo nueva música y nuevos estilos para incorporarlos a mis sonidos. Mi música siempre está evolucionando, pero mantengo mi estilo musical porque pienso que es importante no olvidar nunca tu identidad, incluso cuando estás explorando nuevas direcciones.
Quería hacer un álbum que hablara de las luchas de vida en el Sahara, así como sobre la cuestión de la experiencia del pueblo tuareg. También quería abordar temas universales como el amor, con el que todos se pueden identificar. He intentado mostrar la belleza de la región y hacer también una llamada a la unidad. La vida es dura en el Sahel y solo podremos sobrevivir si nos mantenemos juntos y trabajamos por la paz. Esos son los temas en los que estaba pensando cuando entré en el estudio a grabar.
Hay mucha belleza en la amplitud del desierto. Cuando estás allí te encuentras en medio de una experiencia de humildad. Mi ciudad natal, Agadez, está, por supuesto, muy cerca de mi corazón. La Gran Mezquita de Agadez tiene 27 metros de alto y es la más alta construida con bloques de adobe. Las montañas del Aire son también una visita muy especial y puedes ver mucha vegetación en los valles de las montañas. La región tiene una diversidad geográfica mucho mayor de la que pudieras imaginar.
Con mis canciones quiero ayudar al oyente a entender nuestra cultura tamazigh. Los tuaregs somos acogedores porque vivimos en el desierto, donde es raro ver otras personas y tener contacto con el mundo exterior. Nuestra misión es decirle al mundo entero que los tuaregs somos un pueblo acogedor y la mejor forma de hacer esto es en mi lengua materna, el tamazigh.
La historia de los tuaregs ha dado forma a mi propia vida. He tenido que huir de Níger dos veces cuando era más joven por la situación política del país. Eso sí, nunca me he visto en la necesidad de coger las armas para apoyar la causa rebelde porque siempre he sentido que había un camino a través de la música. He podido usar mi guitarra para ayudarme en esta tarea y encontrar un camino a seguir.
Son tiempos difíciles para mi país. La situación económica no es buena, hay mucha inflación y es difícil para las personas encontrar trabajo. Hay también preocupaciones sobre la seguridad en algunas áreas. Yo rezo por Níger todos los días y realmente espero que las cosas mejoren. De todas formas, creo en Níger y siempre que acabo mis giras vuelvo a casa.
Mi abuela me ayudó y apoyó durante mi infancia. Me quería mucho e inspiró en mí un sentido de creatividad. Cuando estás creciendo es muy importante tener a alguien que crea que eres especial.
Más o menos cuando tenía 15 años decidí que necesitaba convertirme en músico. Mi padre, sin embargo, no me apoyó, y eso creó mucho conflicto. Precisamente el apoyo de mis abuelas significó mucho durante esta etapa.
Las melodías, los ritmos y los fraseos son únicos en mi música. Mis ritmos tienen una conexión con la pasada generación de la música bereber. Las melodías también vienen de una larga tradición.
Tinariwen es una banda muy importante para los músicos tuaregs y yo suelo tocar algunas de sus canciones en mis conciertos. Abdallah Oumbadougou fue como un padre para los músicos tuaregs y también fue muy importante para mí. La musicalidad y virtuosidad de Ali Farka Touré me ha inspirado y me ha mostrado un camino que los guitarristas africanos pueden tomar. Siempre he sido un gran fan de Jimi Hendrix y Mark Knopfler y he aprendido mucho de sus punteos de guitarra cuando era más joven.
En mi opinión es el mejor lugar para crear y escuchar música. El sonido y la música en el desierto llevan consigo un poder, así que tienes la sensación de que cuando sostienes un instrumento en tu mano y lo tocas, estás completando una imagen que, de otra forma, estaría incompleta.
La guitarra es nuestra alternativa a las armas. Puede suscitar un cambio y ser una llamada a la acción, nos puede unir. El mundo sería un lugar mucho mejor si todas las armas fuesen reemplazadas por guitarras.
Pienso que llevo en la sangre estar de gira, siempre llevo conmigo la guitarra y estoy bien viajando sin muchas posesiones. Aunque, de todas formas, echo de menos mucho a mi familia. Lo más duro de la gira es estar sin mi familia.
De lo que estoy más orgulloso es del papel que estoy jugando en la preservación de la cultura tuareg. Soy capaz de inspirar a una generación más joven a preservar nuestra lengua y nuestra cultura.
Sí, sí que siento una gran responsabilidad al representar al pueblo tuareg alrededor del mundo, pero es también un gran honor y un privilegio. Si no fuese por la música tuareg, es posible que no se supiese nada sobre nuestra cultura de otra manera.
Espero que haya paz en Níger y en el Sahel, y deseo que mi música pueda marcar una pequeña diferencia y ayudar a conseguirlo. También me gustaría realizar nuevas colaboraciones. He tenido varios compañeros musicales muy interesantes durante los últimos diez años y estoy deseando ver quiénes serán los siguientes. También espero poder tocar en nuevos países. He sido muy afortunado en tocar en muchos sitios alrededor del mundo, pero hay unos pocos lugares en los que no he tenido la oportunidad todavía de hacerlo.
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