El riesgo de la fe

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La persecución y la discriminación contra los cristianos sigue aumentando según la ONG Puertas Abiertas



El informe anual de Fides, agencia de noticias de las Obras Misionales Pontificias, recoge que 13 misioneros y agentes pastorales fueron asesinados en el mundo, mientras ejercían su ministerio, durante 2024. Seis de ellos murieron en África. Dos en Sudáfrica –el P. William Banda, sacerdote zambiano de la Sociedad de Misiones Extranjeras de San Patricio y el P. Paul Tatu, religioso estigmatino–, uno en Camerún –el sacerdote ­fidei donum de origen togolés P. Christophe Komla–, otros dos en Burkina Faso –el voluntario François Kabore y el catequista Edouard Zoetyenga–, y el último en la República Democrática del Congo –el coordinador de Radio María en Goma, Edmond Bahati–. Estos testigos de la fe forman parte de los 608 misioneros y agentes pastorales que han dado su vida por el Evangelio desde el año 2000 en todo el mundo.



LMP 2025

El pasado 15 de enero se hizo pública la Lista Mundial de la Persecución (LMP) 2025, que cada año elabora la ONG internacional Puertas Abiertas, en la que se eleva a «más de 380 los millones de cristianos que en el mundo enfrentan altos niveles de persecución y discriminación por causa de su fe en Jesús». En «términos absolutos», los datos constatan un aumento constante de la persecución durante los últimos 32 años, cuando Puertas Abiertas empezó a publicar sus informes. La LMP 2025 abarca el período que va del 1 de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024 y enumera, por orden de gravedad, a los 50 países más peligrosos para los cristianos siguiendo los siguientes criterios: el número y la gravedad de incidentes violentos, las restricciones gubernamentales y el grado de presión y hostilidad contra los cristianos en todos los ámbitos de la vida privada, pública y eclesial.

Entre los cinco países más peligrosos del mundo para los cristianos, tres son africanos: Somalia (2º), Libia (3º) y Sudán (5º). Según Puertas Abiertas, la sociedad somalí no tolera ninguna influencia o expresión religiosa fuera del islam. Dentro de las comunidades, los pueblos y los barrios, las personas sospechosas de haberse convertido al cristianismo son vigiladas y pueden llegar incluso a ser ejecutadas por grupos como Al-Shabbab. 

Comunidad católica en la iglesia de San Francisco, en Trípoli. Fotografía: Mahmud Turkia/Getty. En la imagen superior, un grupo de niños en los restos de la catedral de Mogadiscio. Según la ONG Puertas Abiertas, Libia y Somalia son dos de los países donde las comunidades cristianas tienen más dificultades para vivir su fe en libertad. Fotografía: Jason Florio / Getty

Aunque la situación ha mejorado ligeramente tras los arrestos generalizados de marzo de 2023, los cristianos viven en Libia bajo el miedo. Todavía se manifiesta una presión constante para que los cristianos renuncien a su fe. Con respecto a Sudán, la guerra civil ha obligado a clausurar numerosas iglesias y capillas y celebrar el culto cristiano puede resultar difícil y peligroso en ciertos lugares. Además, la anarquía generada por la guerra facilita la impunidad de determinados grupos que actúan contra los cristianos. Frente a la etnia árabe mayoritaria, los cristianos son sobre todo negroafricanos, por lo que el componente étnico tiene un papel muy importante en esta hostilidad contra las comunidades cristianas. 



El Sahel y Nigeria

En países del Sahel como Malí, Burkina Faso y Níger, aunque no se alcanzan niveles de persecución extremos, la situación de los cristianos se ha deteriorado con respecto a años anteriores, según la LPM 2025. La combinación «de violencia extremista, crisis medioambiental e inestabilidad sociopolítica» está provocando el desplazamiento forzoso de centenares de miles de personas de todas las confesiones. No obstante, Puertas Abiertas, apoyándose en el informe No Road Home, señala la mayor dificultad de los cristianos para acceder a la ayuda humanitaria y la discriminación selectiva contra ellos. En los tres países citados se han registrado casos de destrucción de edificios de culto cristianos y ataques dirigidos contra ellos.

La complejidad de Nigeria hace de este país un caso aparte con respecto a la situación de los cristianos. Un informe publicado el pasado 13 de enero por la fundación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada señala que a lo largo de 2024 fueron raptados en Nigeria 11 sacerdotes, religiosos y religiosas, un descenso significativo con respecto a 2023, con 25 raptos. No obstante, Nigeria sigue siendo el segundo país del mundo más peligroso para el clero y los religiosos, solo superado por Haití.

A pesar de que Nigeria está en el séptimo puesto de la LPM, el gigante africano sigue siendo «uno de los lugares más peligrosos del planeta para un cristiano». Puertas Abiertas se opone a la idea de que la violencia que sufre el país sea indiscriminada y afecte por igual a todas las comunidades. Para ello, cita un informe elaborado en 2024 por el Observatorio para la Libertad Religiosa en África según el cual «de entre los 30 880 civiles asesinados en Nigeria entre 2020 y 2023, el número de cristianos era de 22 360, mientras que el número de musulmanes asesinados era de 8 315, una disparidad de casi 3 a 1 en un país donde los porcentajes de población cristiana y musulmana son prácticamente iguales».



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