El Sínodo, a escena

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200 personas, sobre todo laicos, abordan en Adís Abeba el reto de la sinodalidad dentro de la Iglesia



Del 1 al 6 de marzo de 2023 tiene lugar en Adís Abeba (Etiopía) la asamblea continental africana del Sínodo de la Sinodalidad. Aunque se barajó la posibilidad de fragmentar la reflexión en diferentes encuentros regionales, la Iglesia católica en el continente ha preferido celebrar un único encuentro organizado por el Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar (SECAM), organismo en el que están representados los episcopados del continente.

Las dos sesiones de trabajo preparatorias que tuvieron lugar en Accra (Ghana), en noviembre, y en Nairobi (Kenia), a mediados de enero, permitieron clarificar la metodología, establecer el orden del día de los trabajos y determinar el número y el perfil de los participantes, cerca de 200, procedentes de diferentes lugares. La mayoría son laicos, tanto adultos como jóvenes, con una presencia significativa de mujeres. A ellos se suman 10 cardenales, 13 obispos, 32 sacerdotes, 10 religiosas y 6 religiosos. También están invitados un representante de la comunidad musulmana argelina, un curandero tradicional de República Democrática de Congo, un ministro presbiteriano ghanés y un cristiano copto etíope.

Esta etapa continental del camino sinodal –abierto por el papa Francisco en octubre de 2021 para renovar la acción misionera de la Iglesia– estuvo precedida por un primer momento de escucha de todas las Iglesias particulares del mundo, cuyas aportaciones fueron sintetizadas en el Documento para la Etapa Continental (DEC), editado por la Secretaría General del Sínodo.

El SECAM ha hecho una valoración muy positiva de las aportaciones que las Iglesias locales africanas han realizado durante la primera fase sinodal. En los informes se constata que los católicos africanos son una minoría y viven en un ambiente social marcado por la diversidad cultural y religiosa. Este hecho hace que los católicos estén llamados a colaborar con otras Iglesias cristianas y otras confesiones, sobre todo para luchar contra el peligro de los extremismos religiosos y sus repercusiones sobre la vivencia de la fe. Otro reto pastoral que destaca en los informes de la primera fase sinodal es la necesidad de salvaguardar los valores de la institución familiar en África. Se constata un aumento de las familias monoparentales, así como de las rupturas familiares, de la cohabitación de personas que no han establecido ningún vínculo social, de los embarazos precoces o de la poligamia. La pérdida de estabilidad familiar está afectando de manera particular a los jóvenes, que constituyen la mayoría de las sociedades africanas y necesitan acompañamiento y una mayor atención formativa.

Los informes recogidos muestran también la voluntad de las Iglesias africanas de continuar con la labor de acompañamiento de las sociedades para asentar la democracia y también, en contextos donde la violencia y las injusticias sociales son lacerantes, de implicarse en cuestiones de desarrollo y de lucha por la justicia y la paz.



Logotipo de la asamblea continental del Sínodo de la Sinodalidad.


Metodología

En comunión con todas las asambleas sinodales del mundo, se ha previsto que la -reunión de Adís Abeba siga la metodología propuesta en el DEC y trabaje las aportaciones sinodales que emanaron del continente africano, peo también de los otros continentes, para intentar responder a varios interrogantes.

En primer lugar, tras analizar el DEC, se plantean varias preguntas: «¿Qué intuiciones resuenan con más fuerza con las experiencias y realidades concretas de la Iglesia en el continente? ¿Qué experiencias parecen nuevas o iluminadoras? ¿Qué tensiones o divergencias sustanciales surgen como particularmente importantes desde la perspectiva del continente?». A partir de ello, los participantes en la asamblea continental se plantearán «¿cuáles son las cuestiones e interrogantes que deberían abordarse y considerarse en la próxima fase del proceso sinodal?».

A continuación, y en función de las repuestas dadas a las preguntas anteriores, los convocados en Adís Abeba tienen que elaborar una lista de prioridades, temas recurrentes y llamadas a la acción que, según ellos, podrán ser compartidas con las Iglesias locales del resto del mundo. 

Estas reflexiones deberán ser sintetizadas en un documento que se entregará a la Secretaría General del Sínodo antes del 31 de marzo. Con estas aportaciones, junto a las presentadas por el resto de continentes, se elaborará el Instrumentum laboris (instrumento de trabajo) para la tercera fase o fase universal del Sínodo de la Sinodalidad. Esta cita tendrá dos momentos destacados: la primera sesión, durante la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista en Roma del 4 al 29 de octubre de este año; y una segunda sesión en octubre del año próximo.

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