«Permanecemos unidas en la oración, en la solidaridad y en la Misión»

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Las Combonianas reafirman al papa Francisco su compromiso misionero tras el asesinato de la Hna. Maria De Coppi



Las Misioneras Combonianas han hecho llegar este martes un mensaje al Santo Padre en el que, tras el asesinato de la Hna. Maria De Coppi en la misión de Chipene (Mozambique), se reafirman en su compromiso «de permanecer unidas en la oración, en la solidaridad y en la Misión precisamente cuando el trabajo se hace más duro». El Papa ha recibido el mensaje –firmado por la superiora general de la congregación, la Hna. Luigia Coccia– junto a una capulana en el avión que le traslada a Kazajstán, donde el Papa participará en el 7º Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.

El texto dice lo siguiente:

«Con inmenso dolor por el asesinato de nuestra hermana comboniana Maria De Coppi y el ataque a la misión de Chipene (Mozambique) el pasado 6 de septiembre, las Misioneras Combonianas queremos reafirmar nuestro compromiso de permanecer unidas en la oración, en la solidaridad y en la Misión precisamente cuando el trabajo se hace más duro. Los pasos de los misioneros y misioneras en esta tierra no se detienen a causa de la violencia. La muerte de nuestra hermana se transformará en semilla que regenerará la vida misionera en Mozambique y en todo el mundo.

Como misioneras no nos echamos atrás, no tenemos miedo y nos unimos al dolor de todos los que padecen la violencia terrorista. En estos momentos estamos especialmente agradecidas a la Hna. De Coppi por habernos mostrado con qué sentimientos vivir, como cristianos y como misioneros, haciendo evidente la misericordia hacia los culpables y la solidaridad con las personas sencillas y de buen corazón de la misión, víctimas cada día, en silencio y lejos de los focos de los medios de comunicación, de un clima de violencia e intimidación. Cabo Delgado y su entorno sufren desde 2017 una grave crisis humanitaria a causa de la violencia protagonizada por diversos grupos yihadistas y terroristas que han provocado el desplazamiento forzoso de cerca de 800.000 personas en la zona.

La Hna. Maria, de 83 años, llevaba trabajando desde 1963 en Mozambique de manera prácticamente ininterrumpida, donde había formado parte de las comunidades de Anchilo, Meconta, Alua, Balama y Chipene. En la actualidad, su trabajo se centraba en la pastoral parroquial y, de manera especial, en la formación de mujeres. La religiosa italiana (S. Lucia Di Piave, 1939) había vivido en Mozambique la guerra de independencia y la larga guerra civil que la siguió. El pasado martes, 6 septiembre, falleció mártir, víctima de una muerte premeditada y violenta en odio a la fe cristiana, entregando su vida por todos aquellos a los que cuidaba, consumando su Sí a Dios según el carisma de nuestro fundador, san Daniel Comboni. Otra de nuestras hermanas en Chipene, la española Hna. Ángeles López, que pudo escapar del ataque, ha declarado a una televisión local que «me dijeron que quieren que nos vayamos ya, que no quieren esta religión y que quieren que todo el mundo sea fundamentalista, y que, si no queríamos pasarlo peor, nos teníamos que ir al día siguiente».

Capulana que las Misioneras Combonianas han enviado al Papa.

Hacemos nuestras las palabras de la superiora provincial de las Misioneras Combonianas en Mozambique, la Hna. Laura Malnati, quien en un comunicado tras el ataque a la misión ha recuperado las palabras de la Hna. De Coppi: “Procuro estar abierta a las personas, sobre todo escuchándolas. A pesar de la pobreza material, escuchar a los otros y reconocer su dignidad continúa siendo un gran don”.

Recemos para que el deseo de venganza no prevalezca. Confiamos nuestra oración a la intercesión de san Daniel Comboni, para que en este momento dramático de la vida de la Iglesia y del pueblo de Mozambique siga protegiendo a sus hermanos e interceda para que nuestras oraciones aceleren la paz y la concordia en este continente que tanto amó».

Junto al comunicado, las Misioneras Combonianas han hecho llegar al Papa una capulana, como símbolo de la vida del pueblo mozambiqueño y de tantos pueblos africanos. La Hna. Coccia explica al Santo Padre que esta pieza «pertenece a las mujeres, también a las más pobres, porque gracias a esta tela ellas cuidan de la vida, desde el inicio hasta el fin. Cuando un niño nace se le envuelve en la capulana de su madre, mientras crece su madre se lo pega a la espalda con la capulana. Cuando una mujer se casa porta la capulana más bonita y ella también regala una a su madre por haberla cuidado durante su vida. En la liturgia también se utilizan estas capulanas. Cuando alguno enferma se le cubre con la capulana. Cuando muere se le entierra con la capulana».

Las Misioneras Combonianas están celebrando el 150 aniversario de su fundación. Este miércoles, 14 de septiembre, tendrá lugar una celebración en la casa madre de la congregación, en Verona, que comenzará con un momento de oración por la Hna. Maria de Coppi.

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