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Monseñor Kukah sucede en el galardón a la abogada congoleña Yvette Mushigo, que lo recibió el año pasado por su trabajo al frente de la Synergie des Femmes por la Paix et la Réconciliation.
La jornada, que comenzará a las 17,30h. en la Sala de Exposiciones de los Misioneros Combonianos (C/ Arturo Soria, 101, 28043 Madrid), girará en torno a la pregunta «¿Qué democracia para África?». Después de la apertura, a cargo del director de la revista MUNDO NEGRO, P. Enrique Bayo Mata, tendrá lugar un diálogo con Kemit Ajamaat Diédhiou, responsable de Comunicación en el Movimiento de Mujeres de Pastef-Les Patriotes en España; Dagauh Komenan, analista político marfileño; y Jesús García-Luengos, consultor y analista del Grupo de Estudios Africanos, de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes reflexionarán sobre los principales retos de la democracia en el continente africano.
A continuación, Mons. Kukah ofrecerá el testimonio de su trabajo en la diócesis de Sokoto, situada en el norte del país, y de los retos asumidos por el Kukah Centre, cuyos orígenes se remontan a 2008, cuando el obispo empezó a pensar en la necesidad de crear un centro de investigación, debate y acción para el desarrollo del país. En la actualidad, el Kukah Centre está presente en 25 de los 36 estados nigerianos.
El provincial de los Misioneros Combonianos en España, P. Miguel Ángel Llamazares, entregará el Premio Mundo Negro a la Fraternidad al obispo nigeriano.
El XXXVI Encuentro África finalizará el domingo, 4 de febrero, con la celebración eucarística, a las 11,30 horas, en la madrileña parroquia de la Santísima Trinidad (C/ Martínez Villergas, 8).
El primer fin de semana de febrero de 2024 tendrá lugar en Madrid el XXXVI Encuentro África, que versará sobre la gobernanza en el continente. En este campo destaca la figura de Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto y una de las referencias morales de Nigeria. Fundador de un laboratorio de ideas que lleva su nombre, ha impulsado y protagonizado algunas de las más importantes iniciativas en favor de la paz y la democracia en su país.
La localidad de Anchuna, en el estado de Kaduna (Nigeria), recibió el 31 de agosto de 1952 a su nuevo vecino, Matthew Hassan Kukah. La escuela primaria San Fidel, en Zangon, y el seminario menor San José, de Zaría, precedieron a su ingreso en el seminario mayor de San Agustín, en Jos. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1976. Diplomado en Estudios Religiosos por la Universidad de Ibadán y licenciado por la Urbaniana de Roma, Kukah es también doctor por la Escuela de Estudios Orientales y Africanos, de la Universidad de Londres.
Como sacerdote, ha sido párroco en Kaduna (77-78); rector del seminario San José (81-82); asistente del cardenal Ekandem (82), entonces arzobispo de Abuya; vicesecretario general de la Conferencia Episcopal (90-93), o vicario general de la archidiócesis de Kaduna (2004-11). Desde 2011 es obispo de Sokoto. Un año después fue nombrado presidente del Comité para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal de Nigeria, se incorporó al Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, en el Vaticano, y ocupó la presidencia del Comité para el Diálogo Interreligioso de la Conferencia Episcopal Regional de África Occidental, cargo que ostenta en la actualidad.
Un funcionario de la Administración nigeriana en el exterior del país mantuvo hace unas semanas una conversación con un miembro de la redacción de MUNDO NEGRO. En un momento de la misma, surgió el nombre de Mons. Kukah. Sin pensárselo dos veces, el empleado público avisó: «Si gobernara nuestro país, nos iría mucho mejor».
Aunque resulte llamativo, a priori, que el obispo de una diócesis sea considerado como un candidato ideal para ocupar el sillón presidencial, no lo es tanto al seguir la trayectoria de este hombre que ha presidido la Comisión de la Reconciliación Ogoni-Shell –que pretendía compensar el desastre ecológico causado por la multinacional del petróleo en el delta del Níger–, o que fue miembro de la Comisión Nigeriana de Investigación de las Violaciones de Derechos Humanos, conocida como Panel Oputa, entre 1999 y 2001. Su compromiso con la vida pública le ha llevado también a trabajar en la Conferencia Política Nacional (2005) o en el Comité de Reforma Electoral (2007-2009).
Uno de los frutos de esa opción vital fue la fundación, en 2008, del Kukah Centre (ver MN 694, pp. 32-37), un laboratorio de ideas que se ha convertido, en apenas 15 años, en una referencia en la investigación y el debate sobre políticas públicas que promuevan la paz, la cohesión y la mejora de la democracia a partir de la buena gobernanza, el liderazgo o el diálogo interreligioso. En esta línea, en diciembre de 2022, el diario nigeriano The Guardian parafraseaba unas declaraciones del prelado en las que insistía en que «los nigerianos deben pedir a los líderes políticos que expliquen cómo manejan las identidades de la nación y los conceptos de equidad y justicia, mientras el país es testigo de un elevado grado de odio y violencia» (ver pp. 42-47).
El periodista nigeriano -Teófilo Abbah reconocía en The Insight que nada más conocer a Mons. Kukah le pareció «un joven sacerdote más conocido por sus discursos políticos que por sus homilías desde el púlpito», muchos de los cuales aparecen recogidos en el volumen Broken Truths: Nigeria’s Elusive Quest for National Cohesion, publicado en 2022.
El obispo de Sokoto no ha renunciado a posicionarse sobre algunos de los problemas que afectan a su país, como la violencia de Boko Haram. El propio Abbah recordaba que en un encuentro que mantuvo con el prelado en la primera década de este siglo, el obispo le preguntó de forma retórica: «¿Qué es Boko Haram?». Después de unos segundos, el obispo Kukah respondió: «Teófilo, no puedes derrotar a un enemigo que no conoces. ¿Cuál es su filosofía? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Cómo están organizados? ¿Cuáles son sus fortalezas y debilidades? Lo que estoy diciendo, en esencia, es que, como país, estamos luchando contra un enemigo al que realmente no conocemos». Más de una década después de aquella conversación, Abbah admite que «todavía estamos tanteando en la oscuridad. ¡Es un hombre profético!».
«El sello distintivo de los grandes individuos es cómo impactan sin esfuerzo y de manera extraordinaria en la vida de las personas. Yo soy una de esas personas impactadas por el obispo Matthew Hassan Kukah». Así arrancaba Samuel Aruwan, comisionado del Ministerio de Seguridad y de Asuntos Internos del estado de Kaduna, el perfil del obispo que publicó en el Daily Nigerian con motivo del 70 aniversario del prelado. A los méritos glosados por Aruwan hay que sumar ahora el Premio -MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2022 que concede esta revista. Conocido en Nigeria como la Conciencia de la Nación, el obispo de Sokoto tiene en mente la fundación de la Escuela de Gobierno Kukah, que pretende aprovechar el conocimiento de profesionales, académicos y tecnócratas nigerianos para elaborar estrategias políticas que favorezcan el crecimiento y desarrollo del país.
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