Es suficiente contemplar estas dos primeras instantáneas, como aquellas que van a acompañar este itinerario gráfico por la Navidad en el continente africano, para darse cuenta de los matices que acompañan a los cristianos que celebran el nacimiento del Niño Jesús en el continente –el 24,5 % de la población es católica y otro 25,15 % forma parte del resto de comunidades cristianas–.
Las diferencias más visibles nos hablan de espacios humildes y sencillos, como el suburbio de Kibera, en la capital keniana, frente a la solemnidad de escenarios como Trípoli o El Cairo, a pesar de que en los países norteafricanos las comunidades cristianas habitan en franca minoría, en medio de una fe mayoritariamente musulmana y con comunidades que se hacen vivas gracias a los que pretenden cruzar a Europa saltando alambradas o atravesando mares en busca de consuelo, esperanza y futuro para ellos y para sus familias.
También las instantáneas subrayan la humildad con que una familia espera la llegada del Hijo de Dios apostada en el muro que da acceso al hogar, muestran a jóvenes revestidas con solemnidad para la ocasión en Bangui, o a feligreses para los que la demolición del templo queda, en un día como este, en segundo plano. Luces navideñas, ensayos de corales o celebraciones con refugiados completan este itinerario en el que mostramos cómo 12 comunidades africanas celebran la Navidad. El recorrido no pretende ser exhaustivo ni académico, tan solo quiere ser ejemplo de una diversidad que cobra sentido a la hora de celebrar lo mismo, aquello que llevan esperando desde hace un año.
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