Senegal estrena presidente

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Bassirou Diomaye Faye, el mandatario más joven de la historia del país, sucede a Macky Sall



Cuando todo pintaba mal, llegó la sorpresa. El 24 de marzo, un político de 44 años presentado como independiente, tras la disolución obligatoria del partido opositor PASTEF, ganó las elecciones de Senegal por un margen tan amplio que no fue necesaria la segunda vuelta. El candidato gubernamental, Amadou Ba, aceptó la derrota, allanando el camino para que Bassirou Diomaye Faye se convirtiera en el presidente más joven de la historia del país. Todo sucedió cuando llevábamos meses hablando del empeño del expresidente Macky Sall en permanecer en el poder, de los obstáculos políticos desplegados por el Gobierno para eliminar a la competencia, de sus intentos de postergar las elecciones, de la detención e inhabilitación para la carrera presidencial del principal opositor, Ousmane Sonko, y de las protestas multitudinarias saldadas con enfrentamientos con la Policía con decenas de muertos y centenares de detenidos. El propio Faye fue encarcelado en 2023 bajo la acusación de difundir noticias falsas, difamar y criticar a los magistrados en el juicio de Sonko, pero fue liberado días antes de las elecciones gracias a una amnistía. 

En una región en la que los militares han tomado el poder –Malí, Níger o Burkina Faso–, Senegal se convierte con esta alternancia en un ejemplo. La fortaleza de sus instituciones ha superado una difícil prueba, como demuestra la postura del Constitucional, que impidió en febrero que se suspendieran las elecciones en contra de los planes del anterior Gobierno.

Diomaye Faye, que inició su mandato designando a Ousmane Sonko como primer ministro, ha prometido un «cambio sistémico» que conduzca a un país justo y próspero, más soberano políticamente y que cumpla con las esperanzas de los senegaleses de tener empleo y ver reducido el costo de la vida, en un momento en el que demasiados jóvenes arriesgan su vida en embarcaciones rumbo a Europa por la falta de oportunidades y expectativas. 

Muchos votantes esperan de él que renegocie los contratos petroleros y de gas y los acuerdos pesqueros con la UE y otros actores, así como que revise la dependencia ocasionada por el franco CFA. En este sentido, aunque antes de las elecciones Faye y Sonko mostraran un perfil más radical y rupturista, el nuevo presidente ha hablado en sus primeras apariciones de mantener una cooperación «virtuosa y mutuamente productiva», y es poco probable que plantee una quiebra traumática con Occidente o Francia, primer socio de Senegal. Por otra parte, Faye, que también es el primer presidente polígamo del país, ha recibido críticas de colectivos feministas por incluir solo a cuatro mujeres en su Gobierno, compuesto por 25 ministerios.

Todavía no se han cumplidos los primeros cien días de Gobierno, pero habrá que estar pendientes de este joven presidente, en un continente caracterizado por la disparidad entre la longevidad de sus dirigentes y la juventud de su población.


En la imagen superior, Bassirou Diomaye Faye ganó las elecciones con el 54,28 % de los votos. El candidato del antiguo partido en el poder, Amadou Ba, quedó segundo con un 35,79 %. Fotografía: Getty


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