Uganda se prepara para votar en un clima de temor

Ugandas president Yoweri Museveni (R) stands in the line as he queues to cast his vote on February 18, 2011 at a polling station in the western Ugandan town of Kiruhura, 280 kms southwest of Kampala. Some 14 million voters started voting on February 18 in presidential and parliamentary elections widely predicted to return long-time leader Yoweri Museveni to power, with a fragmented opposition crying foul even before the ballot. AFP PHOTO / SIMON MAINA (Photo credit should read SIMON MAINA/AFP/Getty Images)

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Por Sebhat Ayele 

(Traducción: Gonzalo Gómez / Imagen de portada: Getty Images)

Queda un día para que la nación tenga ante sí el importante compromiso de votar en las elecciones presidenciales y parlamentarias. El presidente Yoweri Kaguta Museveni (71 años), que lleva en el cargo los últimos 30, es de nuevo candidato presidencial. Según él, se retirará cuando la comunidad de África del Este tenga un proyecto común. La ciudad de Kampala se ha reforzado con miembros de seguridad y vehículos blindados para prevenir la posible violencia. El polémico programa de “Prevención de la violencia”*, se ha convocado también para, en teoría, garantizar unas elecciones pacíficas, aunque no todos los candidatos estén de acuerdo con esto. En realidad, los candidatos presidenciales y sus seguidores creen que el programa ha sido creado para para intimidar a la gente que muestre alguna señal de estar en contra de Museveni. Los partidos de la oposición dicen abiertamente que ninguno de los principales órganos del Estado son neutrales. Acusan a la Comisión Electoral, a la Policía y a al Ejército de no ser neutrales. Por tanto, ponen en duda que el resultado final de las elecciones vaya a representar los verdaderos deseos de los electores.

Muchos residentes de Kampala se irán a sus pueblos respectivos para votar en sus circunscripciones, pero algunos de ellos dicen abiertamente que no quieren quedarse atrapados en la capital cuando comiencen los disturbios. Varios extranjeros están yéndose de la capital por la misma razón. Algunas embajadas están recomendando a sus ciudadanos que hagan acopio de alimentos y otros productos esenciales. Todo estos son indicadores de que la gente cree que se producirá algún tipo de disturbios y de violencia durante las elecciones.

Las campañas electorales de los ocho candidatos presidenciales han recorrido todo el país. Aparentemente, todos ellos han conseguido atraer grandes multitudes en todos los sitios. Hubo incidentes aislados entre los seguidores de los partidos. En el pasado, Kampala y otras áreas urbanas dieron pocos votos a Museveni. Su fortaleza se encuentra en las zonas rurales. La oposición acusa al presidente de pagar a sus asistentes con dinero público mientras que otros candidatos son apoyados por sus verdaderos seguidores. La prensa local señaló que el presidente gastó más de 20.000 millones de chelines ugandeses (5.8 millones de dólares) para la campaña en solo dos meses. Más allá de las especulaciones es obvio que el presidente sigue siendo popular en algunas áreas del país, sobre todo en el oeste, de donde procede.

Se han producido dos debates públicos televisados de los candidatos presidenciales. El presidente no acudió al primero pero sí al segundo, que tuvo lugar el pasado sábado día 13. Según muchos observadores el primer debate del 15 de enero, sin el presidente, fue más real y verdadero. Por contra, el segundo debate con el presidente parecía mucho más preparado. Careció de vitalidad, fue demasiado correcto y de alguna manera estaba lleno de impedimentos. Uno de los moderadores, Shaka Ssali, no fue tan incisivo como prometía.

Estas son las causas profundas de la creciente tensión para los líderes de la oposición y la gente en general. El lunes, la tensión alcanzó su punto más álgido cuando la policía detuvo por un corto período de tiempo al principal líder de la oposición, Kizza Besigye, del FDC, cuando se dirigía en un acto de campaña a la Universidad Makerere. La situación se fue de las manos porque se produjo un enfrentamiento entre policías y seguidores del político. La Policía acusó a este de salirse de la ruta que se le había indicado para la marcha. Es difícil confirmar el número de víctimas pero los corresponsales más importantes hablan de un muerto, 11 heridos y 20 detenidos. Los disturbios continuaron durante varias horas.

El martes la ciudad amaneció en calma. La prensa mostró al presidente en su campaña en Kololo mientras que Kizza celebraba un gran mitin en Naguru y Nakawa. El miedo es alto entre los residentes. Estados Unidos ha exigido a Uganda que garantice un “proceso pacífico, transparente y creíble”. “La violencia o las amenazas de violencia por parte de cualquier grupo o individuo son inaceptables”, dijo el viernes el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner. Añadió que quien participe en tales acciones deberá rendir cuentas, sea cual sea su afiliación política.

Un día antes de los comicios, el Estado se encuentra a la expectativa. Varios grupos, incluidos los líderes religiosos, piden colectivamente a los ciudadanos que eviten la violencia y amenazas de guerra. Mientras tanto, los que no pueden abandonar la capital están siendo avisados de que deben estar vigilantes para garantizar su seguridad personal.

 

* “Crime preventers” en el original. Se refiere a un grupo de voluntarios reclutados por la Policía para informar y prevenir posibles crímenes en cooperación con la policía y las comunidades. Los críticos los relacionan con el partido de Museveni en el poder. (N. del T)

 

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