El arte de pintar con barro

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Un trocito de Malí está del 5 de mayo hasta el 3 de junio en Madrid. Durante estos días el Centro Cultural Casa de Vacas, en el Parque del Retiro, acoge una exposición dedicada al grupo maliense Groupe Bogolan Kasobané, compuesto por varios artistas que revolucionaron el panorama artístico en su país a finales de los 70, al abandonar las técnicas de pintura occidentales y aplicar por primera vez al arte contemporáneo una técnica tradicional maliense, el bogolán, que utiliza el barro para pintar en las telas.

G.B.K. Estas son las siglas que pueden verse en la firma de cada obra, junto al año de realización. «Cada uno de los componentes del grupo ha contribuido en la creación del cuadro. Es nuestra originalidad. Esto es difícil para los artistas, cada uno quiere decir “está es mi obra” pero nosotros quisimos hacer lo contrario», explica Baba Keita, vicepresidente y uno de los actuales cinco componentes del grupo. Más allá de ser un detalle, y un auténtico reto para el ego del artista, esta característica del grupo está muy ligada a su filosofía: la idea de comunidad de las sociedades africanas, la mentalidad de familia, mucho más extensa que en España, está muy presente en la firma con esas tres iniciales. «Discutimos muchísimo, y hay veces que tenemos que dejar una obra apartada para recuperarla más adelante, pero cuando creamos una obra, primero se debate y decidimos juntos el tema, la composición y el boceto», cuenta Keita.

Miembros del grupo Bogolan Kasobané. Fotografía: Janet Goldner

El arte del Groupe Bogolan Kasobané es contemporáneo, pero la tradición es la principal protagonista. Una de las razones que hizo a este grupo especializarse en bogolán fue que la técnica está desapareciendo. Su utilización en los cuadros del grupo hizo que continuara y que muchos jóvenes artistas se interesaran por ella, aunque «no necesariamente en el bogolán tradicional, pero sí para utilizarlo como medio de expresión. En cualquier parte del mundo no se puede impedir que una tradición desaparezca, pero puedes hacer que esa tradición tome otra dimensión», explica Keita.

Más allá de la técnica de pintar con barro, la tradición también se contempla en los principales recursos de sus obras: en toda la simbología utilizada, la cosmogonía de las étnicas Bámbara y Dogón o la inspiración en aspectos históricos propios de su país. Es el caso del cuadro que representa la Carta de Kurukan Fuga, también llamada Carta Manden, la cual, aunque la mayoría del público general lo desconoce, es la primera carta de Derechos Humanos de la Historia. Con su promulgación, el rey Sundyata Keita, buscó abolir la esclavitud en el siglo XIII y garantizar las libertades personales, de expresión y la paz en el Imperio de Malí, que se expandía más allá de las actuales fronteras del país que lleva hoy su nombre. «Hemos querido dedicar este cuadro a la Carta de Kurukan Fuga para mostrar que África también ha contribuido al desarrollo del mundo», expresa Keita. En un semicírculo que se va degradando se ve un hombre que representa al creador de esa carta, Sundyata Keita. Ideogramas bámbaras representan la potencia, la creación, el dinamismo, las buenas personas. Se trata de símbolos que «pueden hablar de una frase, un texto, un libro, una parte de la historia», explica Souleymane Goro, director de trabajos y otro de los componentes del grupo. Unos signos que, aunque forman parte de la tradición de estos pueblos malienses, no son comprendidos por todo el mundo; sólo unos pocos eruditos, guardianes de las tradiciones bámbara y dogón, dos etnias malienses, y los artistas que actualmente los utilizan, pueden interpretarlos.

Las salas en las que se exponen las obras lucen la armonía de los colores tierra característicos de la técnica del bogolán: amarillo, ocre, marrón, blanco y negro. En uno de los lienzos de algodón, una figura humana en ocre oscuro ocupa la mayor parte del cuadro. En su interior, una treintena de manos de color marrón con un símbolo blanco en cada una de ellas. Son ideogramas bámbaras que representan elementos como el agua, el aire, el fuego y la tierra, entre otros. Encima del busto se distinguen varias figuras que invitan a analizar el cuadro con detalle: un caballo, elefantes, una serpiente; un hombre en un barco, una mujer moliendo. Pero también aviones, una bicicleta, un camión, entre otros muchos elementos que se nos escapan. La obra se titula ‘El hombre es un animal peligroso’ y con ella los artistas quieren recordar que el ser humano es un mamífero, un animal también y que está destruyendo la naturaleza, «es decir, se destruye a sí mismo; si desaparecen los demás seres vivos el ser humano también va a desaparecer», explica Keita, aludiendo a que «somos artistas, pero estamos comprometidos con transmitir mensajes a la humanidad, es necesario hablar de estos temas a las futuras generaciones», explica Keita.

Obra ‘El origen de la Tierra’ creada por el Groupe Bogolan Kasobané en 1994.

Con la idea de la transmisión de unas generaciones a otras hay también obras como la titulada ‘El origen de la tierra’. Este cuadro está inspirado en la creación del mundo según la cosmogonía dogón, que cuenta que se desató un fuerte viento en el universo que se convirtió en tornado y en su interior se creó un huevo. Debido a la vibración el huevo eclosionó, creando la tierra, el agua, los animales, las plantas y los seres humanos. Souleymane, quien es de esta etnia, cuenta con orgullo al explicar esta obra que «los dogón son parte de los últimos africanos, es decir, las gentes que han guardado nuestra cultura hasta nuestros días, porque hoy en día hay muchos africanos que han perdido su cultura y se han convertido en otra cosa», apunta.

Groupe Bogolan Kasobané, nombre surgido a raíz de las iniciales de los diferentes componentes del grupo, ha expuesto en muchos países africanos, pero también en Estados Unidos, Francia, Alemania e incluso China o Japón. Durante un mes quienes pasen por el Parque del Retiro podrán disfrutar también de sus obras gracias a una promesa que la artista Irene López de Castro, muy influenciada por este grupo, hizo a uno de los seis artistas que conformaban el grupo y que falleció en 2015, Kandioura Coulibaly. A él y a las mujeres, guardianas de esta tradición y con quienes el grupo ha trabajado mano con mano para aprender los secretos de esta técnica, está dedicada la exposición. En una de las paredes de las salas se observa la fotografía de una mujer trabajando el bogolán. Debajo pueden leerse unas palabas que pronunció el que fue presidente del grupo Bogolan Kasobané: «La mujer es la tierra y nosotros, nosotros estamos sobre la tierra. La mujer es también el agua y nosotros, nosotros surgimos del agua».

 

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