«El concepto de raza se creó en el barco esclavista»

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Marcus Rediker, historiador


Barco de esclavos recrea en sus casi 500 páginas las frustraciones, ambiciones y reflexiones de capitanes, marineros, comerciantes y, por supuesto, esclavos. Publicada hace 15 años en EE. UU., la editorial Capitán Swing traduce al castellano una obra relevante para contextualizar conceptos como raza, etnia o panafricanismo.


¿Con su investigación humaniza la esclavitud?

No humanizo la esclavitud sino a sus víctimas. Lo escrito en este libro es «una historia humana». Es muy importante que veamos a la gente que estuvo sometida a la dureza, lo que lo sufrió en términos humanos en contraste con los datos estadísticos que han dominado las investigaciones en los últimos años. Sabemos mucho de las tasas de mortalidad, pero eso disuelve al ser humano en abstracción. Hay una violencia en esa distracción que le roba a la gente su humanidad. Quería crear un retrato muy humano. Uno de mis objetivos es que, sé que es difícil, el lector se imagine a sí mismo en esa situación. ¿Qué harías? Quería recrear y dar forma a la humanidad de la gente en los barcos.



Porque todos eran seres humanos… los marineros, los esclavos, los capitanes y los negreros…

Ese es uno de los aspectos más perturbadores de la historia, no solo las víctimas, los opresores también eran humanos, tomaron decisiones. Hubo capitanes de barcos que se hicieron muy ricos organizando los viajes. Los marineros, en muchos casos, no tomaron decisiones porque eran capturados y subidos al barco, o les sacaban de las cárceles. De alguna manera ellos también estaban capturados y estaban obligados a obedecer las órdenes del capitán. Quería mostrar un sistema humano y que involucraba a gente muy diferente para funcionar.



Los marineros, ¿estaban en una situación que se acercaba más a la de los esclavos?

El hombre nigeriano con el nombre de Equiano iba a bordo de un barco de esclavos, era un igbo, le capturaron con diez años, y una de las cosas que más le impresionó fue que de niño vio al capitán del barco de esclavos someter a un marinero blanco casi hasta la muerte. De hecho, el hombre murió pocos días después. Y Equiano se pregunta: si hacen eso a su propia gente, ¿qué nos harán a nosotros, los africanos…? Lo mismo o peor. Había un sistema dual de castigo a bordo del barco, uno para los esclavos, otro para los marineros, ambos eran violentos. No eran iguales, el de los esclavos era mucho más terrorífico. Pero los marineros sufrieron violencia con unos ratios de mortalidad similares a los esclavos. El barco era un infierno para mucha gente.

Plano del barco esclavista Brooks.


En 400 años (desde el siglo XV a finales del XIX) se calcula que 12,4 millones de personas fueron sometidas a la trata y 1,8 millones murieron en los barcos. Usted proporciona detalles de la vida cotidiana a bordo desde diferentes perspectivas. ¿Por qué era importante contarlo de esa manera?

Porque así sucedió la historia. Necesitamos comprender por qué los capitanes estaban ahí, por qué los marineros, por qué los esclavos, para comprenderlo todo. Si entendemos eso, comprenderemos el poder de las relaciones a bordo del barco. Este es un libro sobre el poder en una forma extrema, en la acción violenta, el uso deliberado del terror. Los capitanes de los barcos de esclavos eran terroristas. Usaban un terror calculado para intentar controlar a la gente a bordo de los barcos, y eso no era un fracaso moral individual sino un requisito para el trabajo.



Respecto a la precisión de los datos y relatos, ¿qué fue lo más difícil de recrear?

Hubo muchos momentos complicados. Uno de los grandes desafíos fue encontrar evidencia sobre lo que pensaban los esclavos de la experiencia por la que pasaron. Sabemos que un millón de esclavos pasaron por la ciudad de Ouidah, en Benín (África occidental), porque hay dos relatos personales que lo narran. En el tráfico de esclavos no solo se trató de anular las identidades individuales de los africanos al quitarles sus nombres y asignarles un número, sino que también intentaban despojarles de su historia, para que perdieran el conocimiento de su pasado… Pero encontré documentos muy potentes en los que las mujeres esclavas recluidas en los barcos cantaban canciones sobre sus familias, quiénes eran y de dónde venían, por las que eran castigadas. La memoria, en sí misma, era considerada subversiva. Encontrar evidencia sobre estos puntos no es fácil, hay que mirar en los diarios de los capitanes esclavistas que, a veces, apuntan cosas que te ayudan a comprender a los esclavos, lo que pensaban y lo que hacían. Los médicos solían escribir diarios de sus travesías… esa es otra fuente destacada de información. Fue un médico el que escribió un tratado para que otros profesionales supieran qué tenían que hacer para ejercer a bordo. Y luego, por supuesto, había muchos casos en los tribunales. Además, yo tenía la ventaja de que trabajé durante más de 30 años en Archivos Marítimos. Por ejemplo, di con un caso de tribunales en el que un marinero dijo: «Hay que tener cuidado en el trato con los esclavos porque pueden dejar de comer, comenzar una huelga de hambre, que es una forma muy común de resistencia». Hay que buscar en cada detalle y prueba de evidencia que te ayude a comprender la experiencia vivida en el barco.

John Newton, que realizó tres viajes como capitán de un barco esclavista.


¿Cuándo supo que tenía suficiente, que las pruebas formaban un relato completo?

Nunca tienes suficiente. Este es un libro sobre el que podría haber investigado el resto de mi vida. Pero identifiqué las principales fuentes donde estaban las pruebas, fui a Liverpool –donde se organizaban la mayoría de las olas de esclavitud–, visité los archivos, descubrí que algunas de las familias implicadas en la trata de esclavos habían quitado pruebas de su implicación cuando la esclavitud fue abolida, avergonzadas de su pasado. Fui a Bristol, Londres, al puerto americano de esclavos para hacer búsquedas, hasta que tenía bastante para crear el retrato.



La violencia y el trato inhumano caracterizan esos siglos de esclavitud. ¿Qué podemos aprender de ese comportamiento?

Que algunas personas, una minoría, harán siempre cosas extremadamente violentas a otras personas a cambio de dinero. La industria de la trata de esclavos revela los horrores del afán de lucro. Como apunto y demuestro en el libro, la trata de esclavos es uno de los orígenes del capitalismo moderno, crea trabajo que empodera la economía global durante un par de siglos, y es un negocio sangriento. Por lo que, mientras se pueda hacer dinero, se usará la violencia. Necesitamos pensar en un sistema económico más humano.



¿Y tener un poco más de miedo de lo que somos capaces de hacer en esas situaciones?

Es interesante cómo actúa una persona cuando carece de supervisión externa de su comportamiento. A los capitanes de barcos de esclavos nadie les veía en alta mar, estaban al margen de cualquier institución que gobierna la vida social, no había una iglesia, una sociedad, eran solo ellos con su poder. Y como puede imaginar, el poder no controlado se convierte en tiranía.



En los testimonios destaca la resilencia y el instituto de supervivencia de los esclavos. ¿Es algo innato en situaciones extremas?

La capacidad humana de luchar y sobrevivir es extraordinaria, como demuestra la historia. Es lo único redimible en una situación tan llena de dureza que llega a bloquear la mente, pero cuando ves a gente luchando en las circunstancias más extremas, no puedes dejar de sentirte inspirado por ello. Es una gran parte de la historia, la resilencia, la voluntad de sobrevivir, porque los esclavos de esos barcos no aceptaron nunca esa realidad a pesar de que no tenían muchas formas de resistir. Los barcos de esclavos eran construidos para prevenir la resistencia y aún así organizan huelgas de hambre, se liberaban de las cadenas, se levantan e intentan secuestrar el barco. Luchan sin importarles las consecuencias, y esa es una parte muy importante de la historia. 

Olaudah Equiano.


¿Tenían la opción de no hacerlo?

Para los mercaderes y los capitanes, los esclavos eran de su propiedad. El capitán se aseguraba de que hubiera rieles en el barco para evitar que los africanos saltasen por la borda porque había una creencia de que si morías en un lugar extraño tu alma regresaba a casa. Los capitanes sabían que se suicidarían para escapar de la esclavitud. Encontré una prueba de un médico que cuenta que un esclavo cayó al océano en el que sin duda moriría, pero el hombre estaba contento, exultante, «porque se había escapado de nosotros, había derrotado el designio de ser enviado a las Américas como esclavo». No les estaba permitido morir porque si lo hacían nadie se aprovecharía de ellos, de ahí el esfuerzo determinante de mantener a la gente con vida.



Y los tiburones, ¿qué papel jugaron?

Los tiburones se mencionan en muchos escritos relacionados con la trata de esclavos, para aumentar la sensación de terror. Al principio lo valoré con cierto escepticismo y pregunté a expertos etiológicos si era posible que los tiburones persiguieran a los barcos de esclavos a través del Atlántico. Y me dijeron que sin duda, porque es muy fácil entrenar a un tiburón con comida. Además, mientras los barcos estaban encallados en la costa oeste de África tiraban cuerpos por la borda, por lo que los tiburones daban círculos alrededor del barco y luego les seguían al zarpar. Había comida segura. Y luego encontré pruebas de que los capitanes usaban a los tiburones para incrementar el miedo. Hubo una mujer que se rebeló, la ataron y la suspendieron por un lado del barco, y al instante un tiburón la mutiló por la mitad. Eso ocurrió delante de todo el mundo para que entendieran que si resistían ese sería su final. Definitivamente los tiburones jugaron un papel en la trata de esclavos.



Nunca es bueno generalizar, pero si tuviera que describir al capitán del barco ¿cómo lo haría?

El capitán era un hombre de negocios marinero que usaba el terror y cuyo principal objetivo era obtener beneficios sin importar los medios. Sabía como dirigir a otra gente, incluidos marineros y esclavos, cómo controlarles. Eran violentos, duros, sin control sobre su poder, y también personas que sabían como llevar un negocio para tratar con los comerciantes en diferentes lugares de la costa africana y llegar a acuerdos con los propietarios de plantaciones en Virginia, Barbados o Brasil, al otro lado del Atlántico, para venderles su mercancía, a cientos de personas.



¿El marinero?

Formaban parte de la tripulación. Eran multiétnicos y multinacionales, formaban parte de un mercado internacional. En cada barco había ingleses, irlandeses, alemanes, franceses, griegos, y a veces marineros africanos, personas que se ganaron su libertad en América y que no tenían muchas opciones laborales por lo que se embarcaban en los barcos de esclavos. En el libro argumento que el concepto de raza se creó en el barco porque cuando salía de Liverpool con una tripulación multiétnica, llegaba a la costa oeste de África y eran considerados blancos, incluso los africanos occidentales que viajaban en él; y cuando llegaban a América perdían blanquitud porque su valor económico bajaba y los capitanes intentaban que desertasen para no tener que pagar sus salarios. Eran muy duros con ellos, les maltrataban. Por otro lado, en África Occidental las personas que fueron embarcadas también eran multiétnicas porque ellos no se pensaban como africanos sino como igbos, mandei… y cuando bajaban del barco en la otra orilla, pertenecían a la raza negra. Su raza es creada en el barco.

Ser marinero era un trabajo muy duro, con una la tasa de mortalidad muy alta, porque el mejor recolector de marineros era el hambre. Muchos no tenían recursos ni opciones, estaban allí por varias razones. Algunos porque querían tener acceso a las mujeres porque eran violadores en serie, otros porque estaban desesperados por ganar dinero y no tenían otra forma de vivir,  otros porque se encontraban en situación de calle. Los marineros tenían muchos motivos para estar ahí, y algunos habrían preferido no estarlo.

Grabado sobre el episodio que tuvo como protagonista al capitán Edward Kimber, que azotó hasta la muerte a una chica de 15 años que se negó a bailar desnuda. Fue juzgado y absuelto.


¿Y los esclavos?

Eran un grupo de personas muy complejo, de muchas culturas diferentes de África Occidental. Algunas de las personas que acabaron en los barcos eran enemigos ancestrales, que se habían enfrentado en guerras durante mucho tiempo, pero cuando se encontraban en el barco descubrían que tenían un problema más grande que ellos mismos, y tuvieron que averiguar cómo colaborar para sobrevivir. Los esclavos eran multiétnicos, fue una especie de experiencia panafricana. Y en el otro lado, es el origen del afro-americanismo desde un punto de vista amplio, no solo en EE.UU., también los afrocaribeños, afrobrasileños… En el barco se formaron nuevas identidades culturales no reducibles a un solo grupo africano específico porque la gente interactuaba, inventaba idiomas, bailes, canciones, palabras y nuevas formas de resistencia… Hay un elemento fuerte de creatividad en el que los africanos están involucrados bajo las más extremas circunstancias.



Describe el barco de esclavos como una «máquina de guerra, una cárcel móvil y una fábrica». ¿Era lo necesario para ejecutar el comercio de esclavos?

Sí. La máquina de guerra era importante porque los europeos se estaban peleando por el acceso al mercado de esclavos, tenían las armas y las fortalezas (muchas de ellas siguen en pie en la costa africana) cuyo objetivo eran los africanos, pero también otros europeos. La maquina de guerra era el poder.  Era una cárcel móvil crucial porque para mover a la gente a miles de millas tenían que encerrarles. Muchos morían, pero el capitán lo aceptaba como parte de hacer dinero. Y una factoría. En inglés esta palabra viene de barcos que eran llevados a tierra en África Occidental, los mercantes los llamaban factoras, y el lugar en el que hacían el negocio se llamaba factorías. De alguna manera, los barcos de esclavos fueron el origen de las factorías, porque el barco de esclavos producía cosas: poder laboral para la economía global, categorías de razas…



Los que iban a ser deportados contemplan el barco entre el miedo y la magia, les impresiona y luego descubren el infierno. ¿Qué te llamó la atención de esos relatos?

La mayoría de los africanos que subían a bordo no habían visto nada igual antes, y les impresionaba. Equiano lo describe así:  «Algo sorprendente que pronto se convirtió en terror». Lo llamaban «una isla flotante» porque algunos albergaban a centenares de personas y permanecían durante meses en puerto antes de partir. Les parecía algo misterioso porque no entendían cómo se movía, como lograban que funcionara, cómo se detenía. Pensaban que era algo relacionado con la magia o la brujería de los europeos «porque sus dioses son más poderosos que los nuestros». Es difícil saber qué pensaban exactamente en esos días, pero sabemos que el barco era considerado como algo misterioso y difícil de entender. Equiano llegó a montar su propio negocio averiguando cómo funcionaba, trabajó con los marineros, aprendió, estaba cerca de ellos, intentó desencantar la imagen del barco y mostrarlo como un lugar de trabajo y explotación humana. Acabó convirtiéndose en marinero, reunió suficiente dinero y compró su libertad.




¿Por qué cuesta hablar de los negros que contribuyeron a la trata de personas?

La esclavitud no habría sido posible sin esas alianzas. Este mercado fue tan duro y ha hecho tanto daño a la historia que hay una tendencia a creer que todos los africanos del oeste eran víctimas, pero algunos de ellos se hicieron muy ricos y poderosos gracias al mercado de esclavos. Los europeos eran muy buenos en el dividir y conquistar, hacían alianzas con los reinos, les proporcionaban mercancías, suministraban armas europeas (pistolas y mosquetes), entrenaban a los ejércitos para saber usarlas, y después los guerreros armados salían al campo, capturaban a gente y la llevaban al barco. Era el «círculo de bandas de esclavos». Traes armas que sirven para capturar a los esclavos, a los que llevas al barco, haces más dinero, se compran más armas que se llevan a África de nuevo. El trato con los europeos consistía en recibir más armas si atacaban a sus enemigos tradicionales, cosa que hacían porque llevaban enfrentándose a ellos desde hacía décadas. Hay muchos conceptos erróneos sobre la implicación de los africanos en la trata de esclavos, como cuando se dice que los africanos esclavizaron a su propia gente. A veces ocurrió, pero la mayoría no era su propia gente porque había grupos étnicos diferentes. O que la esclavitud también se ejecutaba en África occidental, pero era un sistema de esclavitud muy diferente al de las Américas. El de África occidental era familiar, del que era muy fácil escapar, liberarse, incluso los esclavos podían escalar en posiciones altas de la sociedad.  En EE.UU., las corrientes más conservadoras aseguran que los africanos esclavizaban a su propia gente. No es estrictamente verdad, además de que no debemos olvidar que no se consideraban africanos sino solo parte del mismo grupo étnico, nacional, lingüístico. Los europeos intensificaron y dieron relevancia a esas divisiones, y las convirtieron en fuentes de provecho.

 

¿Cree que se ha olvidado lo que W.E.B Du Bois llamó «el drama más tremendo de los últimos mil años de la historia de la humanidad”?

Cada vez somos más conscientes de lo que pasó. Soy optimista. En los últimos 50 años, los historiadores han producido material muy rico en investigación sobre esclavitud y comercio. Es impresionante lo que hemos aprendido, lo que sabemos desde 1970. El problema es que los académicos lo saben, pero el público general, no. Necesitamos esa conexión, y creo que el movimiento Black Lives Matter estableció otro nivel de interés en la historia negra. Mi libro resurgió y se puso de nuevo en circulación tras la muerte de George Floyd (25 de mayo de 2020). Estoy un poco sorprendido y emocionado por el interés que despierta en España.

 

¿Es una nueva esclavitud las condiciones en las que miles de personas intentan llegar a Europa desde África arriesgando sus vidas?

Kevin Bales argumenta en Disposable people que en la actualidad hay más gente sumida en la esclavitud que la que hubo en el mayor pico del sistema esclavista. Sé que es una proporción de la población mucho menor, pero la esclavitud ha sobrevivido, sea en la explotación infantil en Paquistán, trabajo agrícola en Brasil o trabajadores sexuales en el este de Europa. Son personas encerradas en lugares bajo la amenaza y la violencia. Creo que el interés por la esclavitud en el pasado está unida a los temas de no-libertad actuales, al uso de la coacción. La historia actual de migración está relacionada con el mercado de esclavos como migración global forzosa.

 

¿La diferencia podría ser que ahora creen que su vida vale menos?

Hoy se rigen por la desesperación, pero hay algunas similitudes. Por ejemplo, las condiciones en esos barcos de migrantes se parecen a las de los barcos de esclavos, y son personas que están saliendo de África para trasladarse a otros sistemas de trabajo.

 

¿Hemos aprendido algo?

Sí, pero la batalla continúa. Aprovecho la presentación de mi libro en castellano para participar en debates sobre la solidaridad en el mar, que incluye a los que intentan rescatar a migrantes que están en grave peligro. Creo que eso es hacer algún  progreso, aunque queda mucho por hacer. Es un gran desafío.


Algunos nombres…
John Newton

Escribió el himno afroamericano más importante, la canción de Iglesia llamada “Amazing grace”. Era un capitán de barco de esclavos que se convirtió al cristianismo. Alguna fuente apunta que fueron sus creencias las que le hicieron retirarse de la trata pero comprobé que fue un ataque lo que le impidió seguir navegando y le forzó a dejarlo. Luego escribió la canción y años después se levantó contra la esclavitud.

 

Richard Jackson

Capitán conocido por ser muy violento.

 

Humphy Morice

Uno de los comerciante de esclavos más importantes de Londres. En 1720 vio que los piratas estaban interfiriendo en el mercado de esclavos y logró que el Parlamento y la Royal Navy intervinieran para proteger a esos barcos de esclavos, y poder seguir lucrándose con este negocio. Era uno de los miles de comerciantes de esclavos.

 

Olaudah Equiano- Gustavus Vassa

La voz de los sin voz, que cuenta la historia de cómo se hacía la travesía, un testimonio muy valioso porque hay muy pocos. En  1980 se volvieron a publicar sus escritos y su figura adquirió más interés.

 

Thomas Clarkson

Es un personaje fascinante. Fue un joven caballero de Cambridge que dedicó su vida a reunir pruebas contra la esclavitud. Puso su vida en peligro porque acudió a los puertos para hablar con los marineros y recoger sus historias, y los mercaderes de Liverpool intentaron matarle. Tuvo que ir con guardaespaldas en Liverpool y Bristol. Era incansable, viajo miles de millas, recogió evidencias y organizó a la gente para que se opusiera a la esclavitud.

 

Brooks

La familia Brooks era conocida por ser comerciantes de esclavos, y por construir el icónico barco llamado Brooks. Éste se convirtió en la fuente del diagrama con el tamaño exacto y la posición de la gente cuando eran trasladados por el Atlántico. La razón de que el barco fuera famoso fue que los abolicionistas buscaban una imagen para visibilizar lo que era la esclavitud, y lograron que un arquitecto naval accediera a la naviera, tomase las medidas, y dibujase los cuerpos distribuidos en su interior, lo que siglos después sigue siendo la imagen más icónica y poderosa del movimiento.



Para saber más



Por Óscar Mateos



La trata de esclavos a través del Atlántico es uno de los episodios más trascendentales, aberrantes e ignorados de nuestra historia moderna. Hasta hace poco, las obras de referencia que analizaban este período eran escasas, sobre todo en lo concerniente al papel de España en este comercio. Los últimos años, sin embargo, han dado luz a nuevos trabajos que ahondan en las raíces de la cuestión. El impacto de movimientos como el Black Lives Matter ha puesto de relieve la necesidad de hacer memoria, además de reconocer y reparar el daño infligido a generaciones enteras y a un territorio como el continente africano.

Al menos tres aspectos han sido especialmente destacados por la bibliografía especializada. Primero, la importancia de entender la relación intrínseca entre el auge y la consolidación del capitalismo global y el comercio de esclavos, hecho que otorga una centralidad histórica a África en la historia de la modernidad. Para esta cuestión, vale acudir a clásicos como Capitalismo y esclavitud, escrito por Eric Williams en 1944 (reeditado por Traficantes de sueños en 2011), a la enciclopédica La trata de esclavos, de Hugh Thomas (Planeta, 1998), o a Slave Empire: How Slavery Built Modern Britain, de Padraic X. Scanlan (Robinson, 2020).

Un segundo aspecto tiene que ver con la implicación de los propios africanos en el fenómeno de la trata. Con el objetivo de combatir su imagen como meras víctimas, multitud de autores han destacado el papel en las dinámicas de este comercio de muchos de los reinos y organizaciones políticas que dominaron durante aquellos siglos el oeste de África, pero también las resistencias políticas a la hora de hacer frente a la persecución y sumisión de millones de personas que implicó este negocio global. Precisamente, La hidra de la revolución del propio Markus Rediker (Traficantes de sueños, 2022), o la ya citada en esta sección Born in Blackness, de Howard W. French (Liveright, 2021), dan cuenta del papel protagonista que determinados colectivos africanos tuvieron en esta cuestión.

Un tercer aspecto es el que tiene que ver con el papel de España en el comercio esclavista. Esta implicación fue durante mucho tiempo infravalorada o poco analizada, pero en los últimos años ha motivado trabajos de referencia, algunos de los cuales han sido ya reseñados por MUNDO NEGRO. Vale la pena destacar al menos tres: Negreros. Españoles en el tráfico y en los capitales esclavistas, de José Antonio Piqueras (La Catarata, 2021); Del olvido a la memoria. La esclavitud de la España contemporánea, de Martín Rodrigo y Alharilla (Icaria, 2022), o Traficants d’ànimes. Els negrers espanyols a l’Àfrica, de Gustau Nerin (Pòrtic Edicions, 2015).

Muchas películas o series han abordado esta cuestión. Algunas más orientadas al gran público como Amistad (Steven Spielberg, 1997) o 12 años de esclavitud (Steve McQueen, 2013), y otras con mayor profundidad como es la excepcional miniserie canadiense El libro de los negros, de Clement Virgo (2015). En febrero de 2023, el programa de la televisión catalana TV3, Sense Ficció, produjo un documental que generó un considerable revuelo social y político. Negrers. La Catalunya esclavista, ponía de manifiesto los vínculos de la élite económica catalana del siglo XIX con este negocio y el peso de determinadas familias en el uso de esclavos en plantaciones del Caribe en un contexto internacional en el que la trata ya estaba prohibida.

Para acabar, quien quiera llevar a cabo un ejercicio de documentación sobre este infame episodio histórico puede acudir a la página web Slave voyages (https://www.slavevoyages.org). El usuario encontrará aquí documentos históricos con los nombres de las personas que fueron secuestradas y transportadas a las plantaciones americanas, el nombre de los barcos y de su tripulación o mapas pormenorizados con las rutas y los flujos de este comercio. En definitiva, documentación histórica que ilustra al detalle un pasaje que merece nuestro conocimiento, memoria y denuncia.

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