El Gobierno de Mozambique boicotea el plan de paz del país

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Emboscada del Ejército a Dhlakama y el equipo negociador

 

Por Javier Fariñas Martín, desde Mozambique

 

Los rumores en la calle han coincidido, en esta ocasión, con la publicación de las noticias que informaban a la ciudadanía de la emboscada que el Gobierno preparó el pasado sábado, 22 de octubre, a los mediadores internacionales que se habían desplazado a la selva de Gorongosa para mantener una reunión con el líder de RENAMO, Alfonso Dhlakama.

 

El diario Canal de Mozambique abrió este miércoles sus páginas informando de la emboscada que tropas gubernamentales tendieron a los mediadores internacionales, después de que el presidente del país, Nyusi, acordara con Dhlakama un encuentro de este con dos de ellos: Mario Raffaelli, máximo representante de la UE y uno de los hombres fuertes del equipo negociador internacional, y Jonathan Powell, representante de Tony Blair en la mesa negociadora. Cuando ambos se encontraban ya en Gorongosa, el Ejército abrió fuego sobre el lugar donde se debía celebrar el encuentro que, por cuestiones obvias, fue cancelado. El propio Dhlakama en declaraciones al diario Canal de Mozambique reconoce que “quieren matarme porque digo que este país tiene que cambiar. Estoy del lado del pueblo. Lo que queremos es un Estado de derecho democrático, con instituciones fuertes, capaces de funcionar y de devolver la dignidad al Estado”. Al ser esta la segunda ocasión en la que el Ejército ha organizado misiones específicas que han podido acabar con la vida de Dhlakama, son pocos los que dudan que uno de los objetivos no confesados del Ejecutivo es acabar con la vida del líder de RENAMO para, de este modo, desmantelar la oposición sistemática que este grupo mantiene contra el Gobierno de FRELIMO, y comenzar a garantizar la seguridad y la estabilidad en buena parte del país.

Una vez ratificados los hechos por los medios de comunicación, y ante el silencio del Gobierno y el malestar del equipo negociador, el tema de las conversaciones en la calle ha girado levemente. Ahora lo que se pregunta la ciudadanía es qué ocurrirá a partir de este momento. Y nadie tiene una respuesta para esto. El proceso de diálogo entre el Gobierno y RENAMO para acabar con el eterno conflicto que vive Mozambique no avanza. Los mediadores, con su silencio, parecen tener indicaciones de no trasladar nada a la opinión pública de por dónde van las negociaciones. Y, para culminar con la intrincada partida de ajedrez que se está jugando en el país austral, el Gobierno intenta acabar, por segunda vez, con una figura muy respetada por buena parte de la sociedad pero que, ante el enquistamiento entre ambas partes, no puede salir de Gorongosa, donde vive recluido.

Solo la primera gran tormenta de la temporada de lluvias, que arrasó con buena parte del mobiliario de Maputo y la ‘militarizada’ visita del presidente ruandés, Paul Kagamé, estos días a la capital mozambiqueña, parecen cambiar un poco el aire de las conversaciones. Aunque después de varios cambios de impresiones, las preguntas sin respuesta vuelven a situarse en Gorongosa donde sigue Dhlakama y donde parece que se juegan las principales bazas de esta partida.

 

 

En la Imagen superior, Alfonso Dhlakama, líder de la RENAMO / Fotografía: Adrien Barbier

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