Publicado por Secelela Balisidya en |
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Hasta ahora, 150 mujeres se han inscrito para beneficiarse de esta iniciativa orientada a la apicultura, la plantación de árboles para leña, frutas y sombra, y la construcción de cocinas energéticamente eficientes destinadas a cada hogar beneficiario del proyecto.
Balbina Makoi, directora ejecutiva de EMA, afirma que las mujeres se beneficiarán de las tres ramas del proyecto. «La primera es la plantación de árboles. Nos habíamos fijado el objetivo de sembrar 4.000, pero lo hemos superado y hoy tenemos 5.300 cestas preparadas para poner las semillas». Lo que toca ahora, dice Makoi, es el trabajo de plantación, con semillas de diferentes tipos –para leña, sombra, frutas o madera–, que se distribuirán entre quienes componen el proyecto. Cada miembro recibirá al menos 25 árboles para colocar en sus hogares y granjas. Las participantes se beneficiarán de los frutos de estos árboles, como las papayas, que maduran en un corto período de tiempo, entre 9 y 12 meses. Además, ayudará a las mujeres a reducir la presión de tener que ir a buscar leña a los bosques, ya que dispondrán de ella cerca de sus casas. Ahorrarán tiempo y dispondrán de él para otras actividades de desarrollo.
RUWOCCA también tiene una parte dedicada a la apicultura. Para empezar, y debido a la insuficiencia de fondos, se han construido 25 colmenas que fueron entregadas a los miembros del grupo por el director ejecutivo del distrito de Kongwa, Omary Nkullo, que inauguró el proyecto el pasado 18 de marzo. La apicultura es esencial para estas mujeres rurales, ya que contribuye a la generación de ingresos. Se trata de colmenas modernas con capacidad para producir 20 litros de miel. En el mercado local, cada litro se vende a 10.000 chelines tanzanos, por lo que, tras la cosecha, las mujeres obtendrán unos 200.000 chelines tanzanos (cerca de 80 euros) de cada colmena.
La tercera rama es la construcción de cocinas de dos fuegos energéticamente eficientes, que se construirán en la siguiente fase del proyecto. La idea es que las mujeres solo tengan que utilizar tres piezas de leña para cocinar, por lo que la cantidad de madera que ahora consumen en dos o tres días les servirá para mucho más tiempo. Esto reducirá la presión que existe sobre los bosques de la zona, que son talados para poder cocinar, y será útil para proteger el -medioambiente. La cocina también tendrá una chimenea que sacará el humo al exterior, por lo que las mujeres no estarán en contacto directo con él y cocinarán en un ambiente mucho más salubre. Aunque aquí nos parezca extraño, así evitarán que los ojos se les pongan rojos y las consideren brujas, lo que supone un peligro para su integridad.
En la imagen superior, el uso de leña para cocinar tiene un gran impacto en los bosques tanzanos. En la imagen, un grupo de mujeres cocina al aire libre en Zanzíbar. Fotografía: Sebastian Kahnert / Getty
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