«Quiero contar de dónde venimos»

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Aubrey Seth Attoh, artista


El kente y el arte tradicional ghanés protagonizan las guías de viaje y copan la mirada del turista, pero algunos murales callejeros en Accra dan pistas de una novedosa y amplia variedad de expresiones artísticas en el país. Aubrey Seth Attoh es artista a tiempo completo y uno de los promotores de la Asociación de los Artistas Visuales de Ghana. ¿Cómo es ser artista en Ghana?


¿Cuándo decidió ser artista?

A una edad temprana. Cuando iba a la escuela y leía libros, solía dibujar cosas sobre las historias que se contaban. Al entrar en la escuela secundaria, decidí estudiar artes visuales, lo que me hizo pasar un mal rato con mi padre, que esperaba que estudiara algo de negocios.



¿Le creó un problema en casa?

Ya sabes, los padres quieren que seas médico, abogado o empresario. El arte se ve como algo alternativo. Aparte, no es que hubiera muchos artistas por mi barrio. Hace 30 años no veías por aquí a nadie que comentara que quería ser artista. Si alguien lo decía pensabas que no era bueno en clase y que el arte le gustaba porque era fácil. Comparando con aquellos días, la gente entiende hoy más de arte.

Uno de los trabajos de Aubrey Seth Attoh. En la imagen superior, el artista el día de la entrevista. Fotografías: Javier Sánchez Salcedo


¿Cómo es su trabajo?

No tengo un estilo particular. Como artista me dedico a la composición y puedo decidirme por una escena realista o abstracta. Dependo un poco del mercado, de los encargos… Ahora estoy trabajando mucho las expresiones faciales: una mujer sonriendo de diferentes formas, por ejemplo. Y quiero también expresarme a través de los colores. En cuanto a materiales, uso acrílicos y a veces óleos.



¿Usa algún software para componer?

No. Para las geometrías, que son la base de mi trabajo, utilizo cubos o cajas hasta encontrar lo que busco. Hago primero el boceto y luego ya pinto. Si quiero captar una escena real, salgo a la calle directamente con mi lienzo.



Para usted es más importante el contenido que la técnica, ¿no? ¿Qué quiere transmitir?

Quiero contar la historia de dónde vengo, que la gente sepa sobre África, sobre Ghana… Como artista, lo más importante de mi trabajo es formar e informar a la próxima generación. Dentro de 20 años esto habrá cambiado y quiero mantener la historia de este lugar. Contar de dónde venimos como país, como artistas… Ese es mi propósito.



¿Cómo es Ghana en términos artísticos?

Los ghaneses son muy creativos en la música, el teatro… Tenemos sentido del humor. Está en nuestra naturaleza mirar la vida de manera divertida. Pero si hablamos de los espacios artísticos para las artes visuales, eso ya es otra cosa. No hay muchos sitios para mostrar nuestro trabajo. Sin galerías, muchas veces solo tenemos como objetivo vender nuestro trabajo a extranjeros.

Un hombre pasa delante de un mural callejero en un puente de Accra. Fotografía: Javier Sánchez Salcedo


¿Interesa el arte contemporáneo?

En Europa es donde puedes encontrar ese interés con referentes como Picasso, entre otros. Esas generaciones cambiaron el arte, y la mayoría de la gente aprecia esa visión. Aunque en África no tienes eso, nos estamos dando cuenta de que entre los ghaneses cada vez hay más interés. Ahora, cuando una empresa proyecta un edificio reserva algún espacio para mostrar arte. Es una señal que indica una tendencia. El Gobierno quiere, en su reforma de la Secundaria, ampliar la presencia de las artes. Es complicado, porque quien estudia arte, cuando termina, tiene muy difícil vender sus cuadros o incluso comprar los materiales para trabajar.



Si sus hijos se quisieran dedicar al arte, ¿los animaría? 

Desde luego. Lo curioso es que no tienen interés… La chica un poco y  suele estar por ahí cuando trabajo, pero el chico está siempre con sus libros. Es bonito ser artista, y te hace tener que encargarte de un montón de cosas.



¿Cómo consiguió ser artista a tiempo completo?

Hay que practicar constantemente, y tienes que asegurarte de que entras a formar parte del espacio artístico. Hay que estudiar muchas cosas, no solo sobre pintar o dibujar. Tienes que saber cómo tratar a la gente, hablar de tu trabajo, mostrar que aprecias tu propio arte y conoces las tendencias. Si quieres que tengan interés en lo que haces, tienes que aprender a explicarlo y venderlo. El espacio es pequeño y es difícil entrar. Hay que encontrar la manera.

Obra mural en Accra. Fotografía: Javier Sánchez Salcedo



¿Cuáles son sus planes para el futuro?

Lo principal es tener mi propia galería. Es mi sueño. Quiero enseñar a los chicos talentosos de mi barrio, influir en la gente. Quiero tener impacto.



¿Dónde le gusta ver expuesto su trabajo?

Me gustan los murales callejeros porque permiten contar una historia a la gente. Tienen su efecto. Pero las galerías tienen otro objetivo, más basado en el negocio. Cada espacio tiene sus ventajas y desventajas.

Aubrey Seth Attoh junto a una de sus obras. Fotografía: Javier Sánchez Salcedo


¿Cómo se siente cuando trabaja?

Me convierto en otra persona. Me pregunto siempre: «¿es esto bueno?, ¿va a ser valorado?». Si no lo aprecio del todo o no estoy seguro, es mejor no sacarlo fuera. Tengo mucho trabajo archivado en una carpeta para volver a ello cuando sea el momento. Parte de ese trabajo quizá nunca me convenza… Volviendo a la pregunta, cuando trabajo, mi concentración es alta.



¿Se pone música?

A veces. Me gustan el blues y el jazz, no el hiphop, que es ruidoso. Me gustan el jazz africano, Fela Kuti y algunas canciones tradicionales ghanesas.



¿Qué cree que es lo más difícil de ser artista?

Vender los cuadros, porque te sientes vinculados a ellos. Suelo hacerles fotos. Un primo mío que vive en Australia me compró unos trabajos y cuando me hizo una videollamada para enseñarme cómo los había expuesto, me emocioné. Pero claro, hay que vender para sostener a la familia. Los ghaneses tenemos familias extensas con hermanos, primos… Si alguno tiene un problema, hay que apoyarlo. Tienes que crear tu casa y tu estudio… Se necesita mucho dinero para todas esas cosas.



¿Por qué es importante el arte?

Todo en nosotros es arte: el corte de pelo, la ropa que llevas, los zapatos… El arte juega un papel muy importante en la vida. Tú pones un póster en la pared, hay anuncios, aunque sean de elecciones… La gente ama la belleza. Si ves un muro decorado con arte, sientes algo. A veces es un trabajo solitario, pero necesitamos pensar que nuestro trabajo puede ser bonito y cambiar las percepciones de la gente sobre las cosas. Sí, todo es arte. Si ves una botella de cerveza y la comparas con otra, una te gusta más. El arte siempre está presente.



Si alguien que cree que no tiene talento le dijera que quiere ser artista, ¿qué le recomienda?

No se puede decir que uno no es bueno en arte. Había una periodista que, en un momento dado, empezó a pintar flores hasta que se convirtió en la mejor pintora de flores del mundo. Las observa y las pinta. Es lo único que hace. Como artista, puedes elegir un elemento particular, estudiarlo y dedicarte a él hasta convertirte en el mejor. Si solo eres capaz de hacer una cosa, dibújala hasta que alguien te la compre. No aceptes que se te da mal. Dedícate solo a una cosa.  

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