Wuambushu, el último conflicto migratorio

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El 22 de abril, Francia comenzó en Mayotte la Operación Wuambushu (‘recuperar’, en mahorés). Se trata de una intervención securitaria de gran envergadura, con el propósito de localizar y deportar a los migrantes en situación irregular a la isla de Anjouan (Comoras). El Gobierno de Macron desplegó más de 5.300 efectivos para completar la tarea. Sin embargo, Wuambushu polariza las opiniones doméstica e internacional.

En Mayotte, los desalojos generan disturbios y tensiones entre las fuerzas de seguridad y los habitantes de los barrios desfavorecidos, donde residen la mayoría de los migrantes a deportar. Un tribunal de Mamoudzou, capital de este departamento francés de ultramar, declaró ilegal la operación y ordenó la suspensión de desalojos y expulsiones.

Mientras, en la misma ciudad, cientos de personas se manifestaron en apoyo de la Operación Wuambushu. A pesar de que la mayoría de los migrantes irregulares en ­Mayotte son de origen comorense, su Gobierno se niega a acogerlos cuando los desalojan de Mayotte y amenaza con usar la fuerza para impedir su entrada. Estas discrepancias han llevado al Gobierno francés a mantener en centros de retención en Mayotte a quienes querían deportar mientras se resuelve la situación.

Esta isla es una de las cuatro que conforman el archipiélago de Comoras. Siendo territorio francés, tiene el estatus de región ultraperiférica de la Unión Europea, como Canarias y San Martín. Tras el referéndum de 1975, Mayotte fue la única isla que decidió permanecer bajo soberanía francesa, a pesar de la insistencia del Gobierno comorense en su reintegración. La relación entre Mayotte y el resto del archipiélago no siempre fue tan compleja. A partir de 1986, se estableció un régimen de visados de excepción que permitía a los comorenses entrar a ­Mayotte. Sin embargo, el procedimiento se suprimió el 18 de enero de 1995 y lo sustituyó un régimen de visados conocido como «Visado Balladur», en referencia al primer ministro francés que introdujo la medida. El nuevo sistema eliminó la libre circulación entre Mayotte y las otras islas, dando lugar a la aparición de la migración irregular en el archipiélago. Muchos comorenses que vivieron y trabajaron en Mayotte durante años se convirtieron, de la noche a la mañana, en personas en situación irregular. Las autoridades francesas en Mayotte llegaron a expulsar diariamente a unas 50 personas.

La Operación Wuambushu no es la primera de su tipo. En agosto de 2019 se llevó a cabo una similar, Shikandra, que permitió la expulsión de 17.736 migrantes en situación irregular en la isla. Sin embargo, el balance final es controvertido, puesto que no le acompañaron medidas de asistencia para realojar a las familias cuyas chabolas se destruyeron, ni para los niños cuyos padres fueron expulsados. Como resultado de estas carencias, se registraron miles de casos de pequeños abandonados a su suerte y posteriormente reclutados por bandas criminales, así como la proliferación de nuevas favelas.

En un momento de tensiones sociales crecientes, parece que Wuambushu seguirá un patrón similar y podría provocar consecuencias parecidas.

En la imagen, un inmigrante en situación irregular habla por teléfono dentro de un centro de detención temporal en Mamoudzou, en la isla de Mayotte, el pasado 26 de abril. Fotografía: Patrick Meinhardt/Getty



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