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Por Carlos Bajo Erro
El 27 de marzo en Senegal había 119 casos confirmados de COVID-19, 11 personas se habían recuperado ya de la infección, y el virus todavía no había causado ninguna víctima. En esa situación se produjeron en el palacio presidencial dos imágenes, si no insólitas, al menos sorprendentes. El presidente Macky Sall recibió en audiencia a los representantes del movimiento Y’en a Marre y a un grupo de artistas en nombre de la escena hiphop del país. Muchos de los que se sentaban en las sillas nobles habían puesto su música y su popularidad al servicio de la contestación al presidente, menos de un año antes, durante las últimas elecciones presidenciales, rapeando duras críticas e intentando movilizar a su público para evitar la reelección. Eran las imágenes del compromiso cívico, de la unión ante un enemigo común, como explica Awadi, uno de los decanos del rap senegalés, «un ejercicio de responsabilidad y de liderazgo asumido».
Y el resultado más visible de ese compromiso ha sido Daan Corona (vídeo oficial accesible a través del código QR de la imagen), una canción que deja claro el mensaje de unidad. 20 artistas participan en el corte, escrito por Youssou N’dour (en la imagen), el músico más internacional del país, entre los que se encuentra lo más granado del rap, con una combinación de decanos del género –Awadi, Duggy Tee o Xuman–; las estrellas más actuales –Dip -Doundou Guiss o Clayton -Hamilton–; o jóvenes que ya toman el relevo –Samba Peuzzi o Ngaaka Blinde–; además de músicos del movimiento Y’en a Marre –Fou Malade o Simon Kouka–; y algunas de las voces femeninas del rap senegalés –Oumy Gueye OMG, -Moonaya o Mamy Victory–. Junto a los referentes del hiphop y para reforzar la idea de unidad, aparecen algunos de los pilares del mbalax, la música popular senegalesa, con Youssou N’dour a la cabeza, pero sin perder de vista a la diva Viviane Chidid.
«Allí –en la reunión con el presidente Macky Sall– nos comprometimos a hacer una canción voluntariamente», explica Awadi en relación a Daan Corona, «y que todos los beneficios fuesen destinados a la lucha contra la COVID-19 –a través del Ministerio de Sanidad–. Así que nos pusimos de acuerdo los artistas de las culturas urbanas, cogimos una canción de Youssou N’dour, le invitamos y él se unió a nosotros en el proyecto. Es el fruto de la unidad del rap y del mundo de la música en general».
En wolof, el significado del título original de la canción es «Vencer al corona». Por si quedaba alguna duda del mensaje, el propio -Youssou N’dour lanza una llamada clara en el estribillo: «Vosotros, juventud del país, esto es lo que quiero para mi nación», y el resto de artistas sentencian contundentes en el coro: «Venid, asumid esta lucha, podemos conseguirlo». Porque Daan Corona es una canción de sensibilización en la que se repiten las medidas básicas de prevención, la higiene, el distanciamiento físico, evitar las multitudes y el resto de consabidos consejos; pero también es una canción de motivación. Las referencias son constantes: combatirlo, todos juntos para vencerlo, unamos nuestras fuerzas… Al mismo tiempo, la canción lanza mensajes sobre la autonomía de África, sobre todo en referencia a las pruebas de vacunas y llama a la solidaridad: «Ocupémonos de aquellos a los que se les ha quedado el frigo vacío», reclama Xuman en sus versos.
En realidad, Daan Corona, que fue lanzada el 14 de abril, es un símbolo del compromiso y la fraternidad de la escena hiphop del país. «De nuevo, los artistas senegaleses se han comprometido y han demostrado que lo hacen cuando es necesario. La gente está acostumbrada a que nos impliquemos por cuestiones políticas, pero ahora lo hemos hecho por un tema de salud. Somos capaces de movilizarnos y unirnos ante muchos otros retos», reclama Awadi, productor del tema, que se ha materializado en Studio Sankara, su estudio de Dakar. Desde mucho antes, la mayor parte de los artistas que participan en este proyecto y muchos otros habían echado mano de la música para luchar contra la expansión de la epidemia, porque es un recurso habitual en la sociedad senegalesa.
El movimiento ciudadano Y’en a Marre fue, probablemente, uno de los más madrugadores. Después de su encuentro con Macky Sall, su coordinador, Aliou Sane, lo recordaba: «Nosotros no hemos esperado a que nos convocasen a esta audiencia». Y es que el movimiento, que ha mantenido una contestación continua ante los abusos del poder y ante cualquier desigualdad, dio un paso al frente muy pronto y lo hizo de la manera que le ha llevado a convertirse en una de las organizaciones de la sociedad civil con más capacidad de movilización, a través del hiphop y de hablar de tú a tú con todos los ciudadanos y ciudadanas. El 19 de marzo, con 38 casos confirmados en el país, Y’en a Marre lanzó la campaña «Fagaru Ci Coronavirus», una llamada a «prevenir el Coronavirus». Los impulsores del movimiento habían mirado al exterior y preveían la magnitud del reto. Fou Malade escribió la canción y algunas de las caras más conocidas del colectivo grabaron el vídeo en el mismo Hospital de Fann, el referente de la lucha contra las enfermedades infecciosas de Dakar. A pesar de su postura crítica con el Gobierno, el movimiento no quiso lanzar la campaña sin concertarlo con el Ministerio de Sanidad.
Después de la canción, el movimiento ha desarrollado, dentro de la misma campaña, una decena de cápsulas de sensibilización, recordando la necesidad de mantener la distancia física o recorriendo las calles para animar la limpieza frecuente de manos. Denise Sow, una de las fundadoras de Y’en a Marre, explica que el colectivo «habría desarrollado sus actividades con o sin la llamada del presidente», e insiste en que «ya habían empezado a sensibilizar a los ciudadanos antes del encuentro con el presidente e, incluso, con el ministro de Sanidad». En ese sentido, las -motivaciones de Y’en a Marre para dar ese paso adelante son sencillas, tal y como las explica Denise Sow: «Nos hemos movilizado simplemente porque era nuestro deber cívico, tanto como ciudadanas y ciudadanos, como desde el enfoque del movimiento de vigilancia y alerta que somos». Pero ese apoyo no es incondicional. Si ya habían criticado algunas actuaciones policiales en los primeros momentos del toque de queda, ahora han denunciado con dureza los problemas en el reparto de la ayuda de emergencia a la población a través del Fondo de respuesta y solidaridad contra los efectos de COVID-19, conocido como Force Covid19.
El pilar de todo este compromiso es la sombra del impacto que la epidemia puede tener en el país. «En un momento tan delicado», señala Sow, «la patria está por delante de todo, hablamos del interés del pueblo. Es un momento para unir fuerzas y luchar contra la amenaza». El propio Awadi, que también ha tenido confrontaciones con Macky Sall, lo explica sin artificios: «La mayor parte de los que participamos en la iniciativa Daan Corona somos extremadamente críticos con el presidente, pero cuando es necesario ponerse en pie por el país olvidamos nuestras historias políticas y nos ponemos en orden de batalla. Hay momentos en los que nos volveremos a preocupar por nuestras críticas, pero ahora, tenemos un enemigo poderoso que se llama -COVID-19 y hay que expulsarlo de nuestro país».
Xuman es otro de los veteranos del hiphop senegalés que continúa experimentando con nuevos formatos para transmitir mensajes transformadores. Él, que ha tenido roces con las autoridades y acostumbra a no morderse la lengua, también participó en la audiencia en el palacio presidencial y en la iniciativa Daan Corona. En sus explicaciones muestra una idea que se ha hecho fuerte en el país: «Ahora mismo, la COVID-19 ha provocado lo que llamamos una unión sagrada. Todo el mundo se encuentra alrededor de lo -esencial. ¿De qué sirve protestar si ni siquiera sabemos cuál será la salida de esta crisis?», explica. «Los raperos en Senegal siempre han mantenido su discurso, su lenguaje de verdades y se han opuesto a las injusticias. Ahora teníamos que mostrar que sabemos aparcar nuestras divergencias cuando se trata de encontrarse alrededor de lo esencial. Y lo esencial, en este momento, es informar al máximo de personas sobre esta plaga, jugar el papel de sensibilizadores, de voz del pueblo, traer un mensaje positivo, de concienciación, de patriotismo», reclama Xuman.
Xuman también fue madrugador. Es uno de los impulsores de una iniciativa que renovó el uso del hiphop como vehículo de información y sensibilización, la emisión conocida como Journal Rappé, un telediario rapeado que tuvo un considerable éxito hace unos años. Cuando la sociedad civil empezó a movilizarse, Xuman desempolvó su experiencia y produjo un episodio especial de ese Journal Rappé consagrado a la epidemia. «Los actores del mundo del hiphop», relata el rapero, «tienen un enorme impacto porque su audiencia es numerosa. Y además estamos presentes en las redes sociales que, en esta situación, están siendo más utilizadas. Cuando pasamos un mensaje, rápidamente se hace viral».
Daan Corona ha sido la producción más elaborada del hiphop senegalés, y los activistas de Y’en a Marre los más ágiles para movilizarse. Pero a partir de esos primeros momentos, en pocas semanas, YouTube se llenó de canciones, de géneros urbanos o populares, que apelaban a frenar el contagio. Entre las más reproducidas se encuentran las de la formación X-Press, Fagaru Si Corona; la del duo Maabo, Stop Corona; o la del propio Dip Doundou Guiss, Ànd Xeex Coronavirus, primero como audio y después como vídeo inspirado en los retos virales de las redes sociales. Todos los artistas querían lanzar su mensaje, participar en iniciativas corales, conectar con sus seguidores y, en definitiva, sensibilizar.
La sensibilización no es solo cosa del panorama musical. Los muros hablan y, durante las últimas semanas, en Dakar han empezado a recordar los conocidos como «gestos barrera», esos consejos de prevención que necesitan marcarse a fuego en el subconsciente de la ciudadanía y han empezado a plasmarse a espray en las paredes de la ciudad. Los colectivos RBS Crew y Undu Graffiti son los responsables de la mayor parte de ellos. Sus obras transmiten los consejos a colectivos a los que quizá no llegan otras formas de sensibilización.
Esta experiencia del grafiti como herramienta de prevención no es exclusiva de Senegal, y se pueden encontrar ejemplos en otras ciudades del continente (en la imagen superior, varios niños pasan delante de un dibujo del coronavirus en el slum de Matare, en la capital keniana). Es fácil comprender que las imágenes superan las barreras de idiomas, e incluso de alfabetización, en sociedades diversas como los entornos urbanos. Ha sido también la reflexión de grafiteros kenianos como Mutua o mSale.
En el continente africano la música tiene una importancia fundamental para sensibilizar, movilizar y transmitir mensajes importantes. Basta con ver lo que ha ocurrido durante la actual epidemia. Bobi Wine el popular músico ugandés y principal opositor del régimen de Yoweri Museveni, fue uno de los primeros en dar un paso al frente. Su canción tiene más de un millón de reproducciones en YouTube y más de 700.000 en Twitter.
Los ejemplos se multiplican, desde las improvisaciones del congoleño Fally Ipupa (en la imagen superior) en Instagram, hasta la reinterpretación, como No Pata Pata, que la beninesa Angelique Kidjo ha hecho para Unicef del clásico de Miriam Makeba. Mostrando la diversidad de géneros, los bailarines ugandeses de Masaka Kids Africana lanzaron su canción, igual que el coro sudafricano Ndlovu Youth Choir, que sorprendió a propios y extraños con su interpretación. El tanzano Rayvanny ha arrasado en YouTube, pero ejemplos más modestos encontramos en Níger de la mano de MDM Crew; o en Mozambique con Nikotina KF; en Costa de Marfil con el Collectif 18 de Avril; o en Guinea con Ans T-Crazy, y un prácticamente inacabable etcétera.
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