África se queda fuera de la carrera por la transformación industrial sostenible

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La ONU pedía el pasado 5 de abril una «transformación industrial sostenible» para cerrar la brecha, cada vez mayor, de desarrollo entre países, cumplir objetivos climáticos ambiciosos y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Pero, de nuevo, África se quedará fuera de esta ola por no contar con los medios necesarios para unirse a ella. Al final, el continente estará cada vez más alejado de los parámetros de desarrollo, lo que repercutirá, especialmente, en los esfuerzos para reducir la pobreza.

El informe Financing for Sustainable Develpment: Financing Sustainable Transformations afirma que se necesita una «inversión masiva y urgente» para acelerar la transformación positiva de la industria eléctrica, la agricultura, el transporte y la construcción. Además, ve signos de crecimiento que podrían beneficiar a todos los países, como la expansión en el uso de Internet, con más de 38.000 nuevos usuarios conectados cada hora.

A lo largo de la historia, la industrialización ha sido motor del crecimiento económico y de la productividad, la creación de empleo, de avances tecnológicos y ha sentado las bases para la reducción de la pobreza, entre otras cosas. Tras la crisis económica de 2008 y la pandemia de COVID-19, muchos países se han replanteado su política industrial. Han optado por una transformación que tenga en cuenta las emisiones bajas de carbono, crear empleos decentes, promover la digitalización y mejorar la resiliencia de sus economías ante los impactos económicos y no económicos. Sin embargo, esta transformación sostenible requiere inversiones del sector privado en innovación, transición energética y otras áreas. Igualmente, acceso asequible a medios para financiar estas inversiones. También requiere inversiones públicas en infraestructuras sostenibles, capital humano y otros bienes públicos.

En África, la transformación industrial sostenible podría crear muchas oportunidades para un crecimiento inclusivo en campos como el de la agroindustria, la energía verde o el sector de las manufacturas, sugiere el documento.

«Sin los medios para invertir en desarrollo sostenible y transformar sus sistemas energéticos y alimentarios, los países en desarrollo se están quedando aún más rezagados», dice el secretario general de la ONU, António Guterres, en el prólogo del informe.

Y ese es el principal problema para la mayoría de los países de África, la falta de medios con los que financiar la transformación industrial sostenible. Una vez que han empezado a superar los efectos generados por la pandemia de COVID-9, el continente se enfrenta a nuevas crisis: cambio climático, conflictos armados, el coste de la vida (alimentos, combustible…), esto último agravado por el impacto de la guerra en Ucrania. A todo ello, se ha sumado recientemente la crisis de la deuda que ha dejado a varios países al borde de la bancarrota. Cuatro grandes obstáculos que le serán difícil de superar en los próximos años. Por eso, el informe reconoce que los países en desarrollo no tienen los recursos necesarios para la inversión que se requiere, a diferencia de sus contrapartes desarrolladas.

La ONU afirma conocer este dato y que por eso sugiere caminos para superar la brecha. Entre ellos, el fortalecimiento de los sistemas fiscales, permitir, aún más, la inversión privada y aumentar la inversión pública internacional y la cooperación para el desarrollo. También señala que urgen cambios en la arquitectura financiera internacional que permitan recaudar suficientes recursos  y escapar de la cadena del pago de la deuda.

Mucho fían las Naciones Unidas las soluciones a la solidaridad internacional, cuando debería ser consciente de que las promesas que en las cumbres mundiales se hacen a los países en desarrollo pocas veces se cumplen y las cantidades prometidas casi nunca se alcanzan. Al final, la falta de voluntad política  de los líderes del Norte global de cara a resolver los problemas que afectan al sur es la que se impone a la hora de la verdad. También debería tener en cuenta el dato de que ningún país del mundo se ha desarrollado con la ayuda de la cooperación internacional.

Todo apunta a que esta vez no será distinto. Lo que dicen los expertos de la ONU en su informe es cierto se requiere una transformación industrial sostenible que cree nuevas oportunidades, sea verde e inclusiva, además de estrechar la distancia en el desarrollo de los países. Como también es verdad que hace falta mucha voluntad política por parte de los líderes de los países más desarrollados, que cuentan con los medios con los que ponerla en marcha, para incluir a todos. Por lo cual, cabe deducir que, una vez más, África se está quedando atrás en la carrera por la transformación industrial en la que el mundo está inmerso en estos momentos.



Fotografía: 123RF




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