La memoria de la gente en imágenes

en |

Comienza el ciclo «¿Quién contará la historia? Inicios del cine documental en Marruecos» del Festival Punto de Vista programada  por Casa Árabe en Madrid y Córdoba.

«El documental es el padre o la madre del cine, es el origen y un género al que se regresa siempre para poder desarrollarse, evolucionar. Es importante porque es como el álbum de familia de un país», explica a MUNDO NEGRO el cineasta  marroquí Ali Essafi, quien junto a Omar Berrada ha creado la primera retrospectiva de cine documental de este país norteafricano desde sus inicios hasta finales de los años ochenta

Durante los meses de mayo y junio en Madrid, y de octubre a diciembre en Córdoba, Casa Árabe plantea siete sesiones que van desde la herencia colonial, la memoria «de un discurso unificado de tintes nacionalistas que promulgaba el joven país independiente que era igual de peligroso que la imagen distorsionada que impusieron los colonizadores», la situación política durante los años de plomo de Hasán II, la escuela de corto documental de Mohamed Afifi, el Marruecos rural, las formas artísticas marroquíes de los 70 y los 80 (con grupos icónicos como Nass El Ghiwane), y cierra el ciclo la película La séptima puerta, en la que Ali Essafi recorre el libro de Ahmed Bouanani, cuya publicación ha sido una verdadera carrera de obstáculos durante la última década.

Ali Essafi. Foto: Carla Fibla

De hecho, la obra de Bouanani, que abarca la producción documental marroquí desde 1907 a 1986, es la principal referencia de una retrospectiva cuya proyección no ha sido autorizada en Marruecos. «Tanto en la época colonial como la poscolonial había documentales, pero por razones políticas, en las que el sistema tiene miedo de los documentales porque implica un encuentro formal con el público, decidieron eliminar este género en los años 80», analiza Essafi, quien forma parte de la generación posterior que, tras estudiar en el extranjero, ha decidido recuperar esa parte de la historia cinematográfica de su país y rescatar películas que quedaron ocultas por la autocensura y la persistencia de un «control de la imagen» por parte del régimen similar al de los colonizadores.

«No hemos logrado, hasta ahora, que la retrospectiva que se va a ver en España sea proyectada en Marruecos. La última vez que lo intenté, el director del Centro Marroquí Cinematográfico (CMC), que es el órgano que controla la producción de cine en el país, cedió tras una ardua negociación para que hiciera la retrospectiva con una única condición, que no se viera ni en Casablanca ni en Rabat ni en ningún centro urbano importante… Podía hacerla en Juribga, Uarzazat… Es el miedo al documental y que en Marruecos existe mucho más la autocensura de funcionarios y responsables oficiales que la censura», concluye Essafi.

Al referirse a las dificultades que los realizadores de documentales tienen en la actualidad para grabar imágenes o crear relatos sobre la realidad del país, apunta que es posible comprobar la contradicción oficial, cuando dejan de dar becas de formación para ir al extranjero mientras el CMC ofrece ayudas a la producción cinematográfica través del Fondo de Ayudas al Cine.

Una situación compleja, repleta de preguntas políticas y sociales cuyas respuestas es posible vislumbrar en este ciclo de cine documental gracias a la audacia y el compromiso de los realizadores, montadores y guionistas que no se rindieron ante las dificultades y el control de la época. 

Colabora con Mundo Negro

Estamos comprometidos con la información sobre África

Si te gusta lo que hacemos, suscríbete a nuestra revista o colabora con nuestro proyecto