Publicado por Javier Fariñas Martín en |
En Botsuana se desarrolla el Servicio Nacional, un plan estatal que ofrece posibilidades de formación a jóvenes desempleados del país en los sectores industrial y comercial. Una de sus miles de beneficiarias fue Malebogo Bakwena.
Antes de adherirse al programa, Bakwena quería dedicarse a la biología o la pediatría. Sin embargo, las necesidades socioeconómicas de las que fue testigo en la aldea rural del distrito de Kgalagadi, donde estuvo destinada, la convencieron de que tenía que dedicarse a atajar el desempleo juvenil, la pobreza y las desigualdades de género. Años después, cuando en una entrevista le preguntaron qué cambiaría en su país si tuviera la oportunidad de hacerlo, su respuesta fue clara: «La desigualdad en cualquiera de sus manifestaciones».
El Servicio Nacional le recordó su paso por la escuela. «Había niños que faltaban a las clases porque no tenían zapatos en invierno o el uniforme completo. Muchos de mis compañeros dependían del programa de alimentación escolar para tener una comida nutritiva. Algunos tuvieron que abandonar la escuela», contó al portal nigeriano en Internet Pride.
Graduada en Economía y Estadística por la Universidad de Botsuana, máster en Economía y Finanzas por la Universidad de York (Reino Unido), Bakwena obtuvo el doctorado en Economía por la universidad australiana de Queensland. Su vínculo con el estudio y la investigación, le ha llevado a desempeñar varios cargos en la Universidad de Botsuana, donde en la actualidad es jefa del Departamento de Economía. Junto a la docencia y la investigación, está muy implicada en la tutorización de alumnos. Este trabajo, en su opinión, «ayuda a infundirles confianza y coraje. Uno aprende de quienes lo han hecho antes. Personalmente, la tutoría me ayudó a ganar confianza en mi capacidad de liderazgo».
Más allá de las aulas, Malebogo Bakwena aporta su tiempo y sus conocimientos en algunas oenegés implantadas en su país, preside la Junta de la Autoridad de Competencia y Consumidores de Botsuana y forma parte de la Junta del Banco Central. Colaboradora en organismos internacionales, una de sus últimas investigaciones para la Organización de Naciones Unidas para la Población y la Organización Internacional del Trabajo versaba sobre políticas para abordar el desempleo juvenil.
Bakwena considera que en los últimos tiempos ha aumentado la presencia de mujeres en puestos de liderazgo en su país. «Sin embargo, en mi opinión, todavía hay margen de mejora tanto en Botsuana en particular como en África en general. Un ejemplo evidente es la esfera política, donde, en mi país, las mujeres representan menos del 10 % de los miembros del Parlamento». En este sentido, la economista reconoce que tienen una ingente tarea por delante, ya que «la sociedad africana siempre se apresura a recordar a las mujeres su género y espera que estas se comporten de un modo determinado».
Sin embargo, y a través de su propia experiencia, Bakwena apunta dos sencillos ingredientes para alcanzar las más altas metas académicas y profesionales. La primera, «sé auténtica», y la segunda, «mira a tus homólogos masculinos como parejas, no como rivales. Pedir ayuda no te hace débil o incompetente y, en cambio, demuestra que eres humana y tienes hambre de aprender».
Ilustración: Tina Ramos Ekongo