Susana Edjang

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Experta en desarrollo y salud global



Nacida a finales de los años 70 en Guinea Ecuatorial, su vida ha transcurrido en tres continentes (África, Europa y América). Se formó en prestigiosas universidades como Harvard, Yale y SOAS para, desde muy joven, emprender una carrera profesional en diferentes organismos de Naciones Unidas, donde su origen multicultural siempre fue un valor añadido.

«Cuando era pequeña estaba como una cabra y quise ser un poco de todo… cantante de ópera, científica, gimnasta, filósofa, carpintera, monja, escritora…, pero, por encima de todo, quería ser feliz», explicó Susana Edjang a nuestra colaboradora Lucía Mbomío en una entrevista publicada en Afroféminas

Para hacer una presentación reducida de esta mujer que parece imparable deberíamos decir que es experta en desarrollo internacional y salud global, que forma parte del consejo de administración de la Fundación Africa 2.0, cofundadora de Afroinnova –una red de innovación comunitaria para la diáspora africana–, o que es miembro del consejo de la Real Sociedad Africana de Reino Unido, además de cofundadora de Collateral Benefits, una plataforma que pretende, a través de la venta de artículos, que se escuchen las voces africanas y afrodescendientes que pueden contribuir a una conversación global sobre temas críticos de actualidad. En 2015 recibió el Premio a la Mujer Inspiradora del Año y está considerada como una de las cien mujeres más influyentes del continente africano.

«Es crucial aumentar la sensibilización y la inversión en salud mental, sabemos por la experiencia anterior en las crisis de las epidemias de ébola o VIH-sida que las consecuencias psicológicas perdurarán más que la pandemia», declaró a El País el pasado mes de mayo para hacer hincapié en una de sus batallas, la salud mental en África, en la que insiste ahora con la pandemia.

Reconoce que la principal inspiración para que su trabajo tenga un impacto positivo en la vida de las personas es su madre: «Es importante creer en una misma, pero también lo es saber que para conseguir cualquier cosa que merezca la pena, necesitas apoyo… de tu familia, amistades, mentores, colegas».

Edjang, que se autodefine como «una persona muy local y al mismo tiempo global», ha sido capaz de crear su familia extendida africana en entornos muy diferentes. Desde los más de cinco años que trabajó en la oficina de la Secretaría General de la ONU, acompañando a Ban Ki-moon en muchas misiones, a su labor en el Fondo de Población de la ONU, la oficina de enlace en Etiopía de la Unión Africana y la Comisión Económica para África, su trabajo de asesoramiento a la misión permanente de Guinea Ecuatorial en la ONU o el puesto que ocupa en la actualidad en el Programa Mundial de Alimentos.

Codearse con los que toman decisiones y que su opinión pueda afectar a millones de personas no parecen achantarla. Humilde y generosa, demuestra no haber dejado nunca de tener los pies en el suelo, siempre dispuesta a escuchar y aprender de los lugares y las personas con los que se encuentra. «Aprendo de todo el mundo… Verte representada es muy poderoso, ir a países donde ves a profesores, dentistas, médicos, líderes afrodescendientes de proyectos industriales o de varias minorías étnicas me ayudó mucho», apunta, corroborando la razón por la que en MN creamos la sección de Africanas

Ilustración: Tina Ramos Ekongo

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