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Por Hna. Elisabeth Tikabi desde Kinshasa (RDC)
Cuando finalicé hace ya más de tres años mis estudios en Comunicación Social en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma, fui destinada a Kinshasa (RDC) para trabajar en el Centro de Animación Misionera Afriquespoir, que el pasado mes de abril cumplió 25 años de existencia.
Mi integración ha sido rápida, entre otras cosas porque soy camerunesa francófona y la lengua no ha sido un problema. El CAE, como aquí le conocemos, es un centro multimedia en el que estamos directamente implicados tres misioneros combonianos y yo, también comboniana. Editamos la revista trimestral Afriquespoir para toda el África francófona y tenemos una editorial con el mismo nombre. En general, la gente se muestra muy contenta con los contenidos de nuestra publicación y también con los libros que editamos, que buscan, sobre todo, educar en la fe e invitar al compromiso misionero. Nuestro título estrella, muy por encima de todos los demás, es Le monde dans ma poche (El mundo en mi bolsillo), destinado sobre todo a niños y jóvenes. Con datos de geografía e historia de países de los cinco continentes, ofrece también muchas otras curiosidades. Cada año hacemos una edición con datos actualizados y nuevos contenidos.
En el CAE tenemos un pequeño estudio de grabación y producimos contenidos de audio y un programa misionero que emite Elikya, la televisión de la archidiócesis de Kinshasa. Detrás de estas actividades hay mucho trabajo, pero formamos un buen equipo y lo llevamos adelante muy bien. Cualesquiera que sean las dificultades, como religiosos y testigos convencidos del Evangelio, siempre estamos dispuestos a difundir la Buena Nueva de Jesucristo a través de los medios de comunicación.
Valoro mucho las relaciones que he ido construyendo en este tiempo con sencillez, diálogo y apertura. Esto ha sido posible con nuestros colaboradores, que son esenciales para la difusión de la revista en Kinshasa. Aquí no funciona el servicio de correos, y para que las revistas lleguen hasta las casas de nuestros lectores se ha ido construyendo una red de personas que vienen al centro a recogerlas o vamos nosotros a sus parroquias para entregárselas. Fuera de Kinshasa son los miembros de la gran familia comboniana las que se encargan de la difusión.
Otra actividad del CAE es el acompañamiento a varios grupos misioneros, como los Laicos Misioneros Combonianos, la Obra Misionera del Sagrado Corazón de Jesús o la Lybota ya Comboni, que se puede traducir como ‘Familia de Comboni’, que es un grupo integrado por los familiares de los misioneros y misioneras combonianos congoleños. Estos grupos, que están organizados en pequeñas comunidades, siguen la espiritualidad de los Cenáculos de Oración Misionera fundados por un comboniano portugués, el P. Claudino Ferreira Gomes. Con reuniones frecuentes para vivir juntos momentos de oración, organizan actividades de animación misionera que, para mí, son de una gran riqueza.
El domingo es un día muy importante para la animación misionera de la Iglesia local. Gracias al apoyo de los párrocos, los miembros del CAE y algunos colaboradores recorremos por turnos las más de 200 parroquias de la archidiócesis para ofrecer nuestros libros y revistas, que han demostrado ser buenos instrumentos para ayudar a los cristianos a comprometerse con el Evangelio.
Me siento feliz y no dejo de asombrarme ante el misterio de mi vocación. ¿Por qué el Señor me llamó a mí, que no sabía mucho de Él? Estoy viviendo la alegría de dar y recibir. Día tras día, a través de mi compromiso y de todo lo que soy, intento participar en la construcción de la Iglesia que tanto amo como religiosa y como periodista.
En la imagen superior, la Hna. Elisabeth, a la derecha de la imagen, en el estudio de la emisora Radio María en Kinshasa (RDC). Fotografía: Archivo personal de la autora.
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