Por Massimiliano Troiani y Laura Fasciolo
Abierto al público por primera vez en 1938 por los Misioneros Combonianos, el Museo Africano de Verona representó un papel importante desde el punto de vista cultural, informativo y educativo para el conocimiento en Italia de África y de sus pueblos. Más de siete décadas después, y tras una remodelación pensada para una sociedad que consume información de otro modo, mantiene firme sus objetivos: acercarnos al continente desde una perspectiva más humana.