Por Chema Caballero. Las tierras que rodean Ngaundéré son ideales para la cría de ganado. De ahí que sus carnes y, sobre todo, su kilichi tengan tanta fama. Los rebaños de vacas cubren el paisaje. Pero, desde hace tiempo, a Bashirou le cuesta encontrar un producto de buena calidad a un precio adecuado.