Por Chema Caballero
En las últimas semanas nos han llegado noticias sobre un conflicto del que hace tiempo que no se habla mucho, por no decir casi nada, en los medios de comunicación. Se trata de la situación que se vive en el Delta del río Níger, en el sur de Nigeria. Quizás los problemas del norte del país con la presencia de Boko Haram le hayan restado protagonismo a este que, en verdad, hasta hace pocas semanas presentaba una intensidad mucho más baja. En los últimos años el fantasma de la independencia del sur, de la que una vez fuera la República de Biafra, y la lucha de las comunidades del Delta contra los abusos de las compañías petroleras y la contaminación de la zona se han unido y adquirido un nuevo protagonismo que, en los últimos meses, se ha vuelto violento.