Por Javier Sánchez Salcedo. Ebayo tenía 13 años. Era un gran día para él, para su familia y para todo el clan. Después de semanas de ansiosa espera, al fin llegaba el momento y allí se encontraban todos, en el Aeropuerto Internacional de Entebbe, felices. Inimaginable que esto llegara a ocurrir. Era 2007 y nadie en el clan se había subido nunca a un avión.