Por Javier Fariñas Martín. En un país, Camerún, en el que apenas un 33 % de la población usa Internet, donde la tasa de alfabetización de jóvenes alcanza el 85 % y en el que solo 18 de cada cien alumnos de Secundaria terminan este ciclo formativo, Arielle Kitio Tsamo se empeña en demostrar que el destino no coincide con el que pretenden escribir los agoreros.