Por Ana Camacho
La muerte del líder histórico del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, el pasado 31 de mayo, ha coincidido con la peor crisis del plan de paz de Naciones Unidas para -Sahara -Occidental puesto en marcha en 1991 para buscar una salida pacífica al conflicto –que dura ya 40 años– entre Marruecos, que ocupó la mayor parte del territorio en 1975, y el movimiento de liberación saharaui que lucha por la independencia. El fallecimiento del hombre que desde 1976 lideraba a la organización reconocida como la única representante del pueblo saharaui en la mediación de la ONU ha sido de inmediato aprovechado desde Rabat para sembrar las dudas sobre el futuro del Frente Polisario.