Por Javier Fariñas Martín. Una década después de la presentación del Informe Mapping de Naciones Unidas, que documentó la violación de derechos humanos cometida en República Democrática de Congo (RDC) entre marzo de 1993 y junio de 2003, especialmente por ejércitos extranjeros y sus aliados, la sociedad civil congoleña sigue esperando que se haga justicia.