Por Marta Carreño
Departamento Comunicación de Manos Unidas
Cuando mi amigo Javier, redactor jefe de esta gran revista que es Mundo Negro, me pidió unas líneas para el número que usted, lector, tiene en sus manos, mi primera reacción fue rechazar la propuesta: ‘¿Pero cómo voy a escribir yo sobre África?’. Convencerme le costó un té y un rato de animada charla. ‘Solo tienes que hablar de tu experiencia. Te estoy ofreciendo una tribuna. Escribes bien y quiero que lo hagas tú’. Y aquí me tienen, recordando a golpe de tecla a tantos y tantos amigos que he tenido la suerte de ir haciendo en unos viajes que me han llevado a rincones de África donde no llegan nada más que esos grandes seres humanos, religiosos en su mayoría, que han dejado todo atrás para dedicar sus vidas a los que más lo necesitan.