Por Jaume Portell Caño. En el inicio del campeonato, pocos esperaban que la anfitriona, Costa de Marfil, se hiciera con el trofeo en la reciente Copa de África de Fútbol. Su triunfo ante Nigeria, con la consiguiente explosión de júbilo por las calles de todo el país, ha servido para dejar en segundo plano los retos políticos, sociales y económicos a los que se enfrenta la nación.