Por Carla Fibla García-Sala. Mediante la vieja táctica del «divide y vencerás», Kais Saied se ha convertido en un tiempo récord en la autoridad absoluta de Túnez. Cuestionó a los partidos políticos, disolvió el Parlamento, cambió la Constitución y destituyó a alcaldes y gobernadores, todo para «salvar al país» del clientelismo y la corrupción.