Por Josean Villalabeitia
Llega el verano, con ‘v’ de vacaciones... En la olvidada antigüedad de hace pocas décadas, vacacionar significaba dejar el trabajo por unos días. O, todo lo más, irse al pueblo, aprovechando las facilidades que la familia allí ofrecía.Luego vino el desarrollismo y, con él, la posibilidad de explorar nuevas experiencias vacacionales, en la playa o en la sana montaña del país. Ya mucho más recientemente, con los vuelos baratos e Internet, quién no se ha dado una vuelta por algún rincón perdido del planeta, ni ha tomado vacaciones, ni ha hecho nada. Total, que el turismo, que siempre había sido cosa de ricos, se ha popularizado de tal manera que, en cuanto caen unos días libres, a todos nos encanta meternos en el agotador pellejo del viajero y acumular kilómetros y fotografías.